La Rioja

El auditorio de Logroño preasignará las butacas y pedirá los datos personales al público

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Logroño ha aprobado la modificación transitoria de la normativa de utilización del auditórium municipal en cumplimiento de las limitaciones establecidas por la Consejería de Salud para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.

A partir de ahora, se incorporan nuevas normas de utilización del auditórium municipal y diversas instrucciones que tendrán un carácter provisional. Entre ellas la reducción del aforo, que disminuye a dos tercios y pasa de las 791 personas a 526 localidades.

Además, el Ayuntamiento aportará al solicitante del auditórium un plano con las butacas inhabilitadas y el nuevo aforo. Los organizadores de actividades que hayan sido autorizados a usar el Auditórium deberán preasignar las butacas habilitadas y obtener los datos personales (nombres, apellidos, dirección postal y teléfono) de los asistentes a cada actividad, así como disponer de la misma información relativa a las personas que participen en la actividad: equipos artísticos y técnicos, personal de apoyo y cualesquiera otros que acudan al desarrollo de la actividad.

La obligación de preasignación de butacas y obtención de datos se mantiene tanto para actividades con venta de entradas como para actividades de acceso gratuito.

Finalmente, respecto a otras normas de obligado cumplimiento para los organizadores y asistentes a cualquier actividad, se incorpora que los asistentes deberán llevar mascarilla puesta en todo momento. Igualmente será obligatorio el uso de mascarilla para el personal técnico, artístico, de apoyo, control, etc. que concurra en cualquier actividad programada en el auditórium, incluyendo accesos y todos los espacios que comprende. Una obligación que estará exceptuada para los artistas cuando la propia naturaleza de la actividad resulte incompatible con el uso de la mascarilla.

Dado que los asientos son preasignados, en caso de que cualquier asistente abandone su puesto en el momento de la celebración de la actuación, el asiento vacío no podrá ser ocupado por otra persona. Además, el organizador deberá disponer de una persona encargada de garantizar que la entrada y salida a los eventos se lleve a cabo de manera escalonada y evitando aglomeraciones.

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