Han pasado ya cinco meses desde que el coronavirus irrumpiera en La Rioja con sus primeros contagios y las primeras defunciones provocadas por la COVID-19. Desde entonces, los datos oficiales (remitidos por las consejerías de Salud y el Ministerio de Sanidad) se han visto afectados por los criterios establecidos desde estos ámbitos a la hora de comunicar la incidencia de la pandemia en tiempo real.
Así, en los informes diarios se fueron incorporando, más allá del número de contagiados, otros parámetros como el número de defunciones, las hospitalizaciones, las altas epidemiológicas, las hospitalarias o los ‘casos activos’.
Este último factor resultaba clave para dibujar la famosa curva epidemiológica, pues alude al número de personas afectadas por la enfermedad en cada momento determinado. Alude, en concreto, a las personas con PCR positiva que todavía no han recibido el alta por la COVID-19. En cambio, un giro en las políticas de comunicación propició que a partir del 26 de mayo dejasen de notificarse los casos activos (el último registro aludía a 62 casos en La Rioja) y las altas epidemiológicas, reduciendo la información oficial a los casos positivos y los fallecimientos en las últimas 24 horas.
Este martes, NueveCuatroUno ha tenido acceso al dato actual de casos activos en la comunidad, que es de 118 personas, lo que permite atisbar la verdadera ‘foto fija’ de la pandemia en la región. Y aunque se trata de un dato relativamente elevado para una comunidad de las dimensiones de La Rioja (que coincide además con el registro diario de positivos más elevado de los últimos tres meses y medio), se encuentra a años luz de los registrados en la región durante las fases más severas de la primera oleada, cuando la curva alcanzó su pico con 1.713 casos activos (a fecha de 8 de abril).
Cinco hospitalizados
Otro dato para evitar el pesimismo (que no la alerta): durante la primera oleada el sistema hospitalario riojanose vio comprometido (que no saturado) por la acumulación de cuadros graves de COVID-19. El 6 de abril se registró el máximo número de pacientes hospitalizados con la enfermedad (427) y dos días antes la UCI del Hospital San Pedro alcanzó su máximo grado de ocupación (con 40 enfermos). A fecha de 11 de agosto permanecen ingresadas por coronavirus cuatro personas en el Hospital San Pedro de Logroño y otra más en la Fundación Hospital de Calahorra.
Por último, la ‘foto fija’ del COVID-19 en La Rioja se completa con los cinco brotes activos de los que tiene constancia la Consejería de Salud: uno en Nieva de Cameros (notificado el 2 de agosto, con cuatro casos confirmados), otro en Alesanco (notificado el pasado miércoles, con seis casos), otro en San Asensio (notificado el viernes, con otros seis casos), uno en Logroño (con seis afectados) y otro en Medrano (el más numeroso, con diez positivos).
