Crisis del Coronavirus

El ocio nocturno en La Rioja, en el punto de mira ante nuevos brotes de COVID-19

Los brotes entre jóvenes ponen el foco de los contagios del COVID-19 en el ocio nocturno

El ocio nocturno riojano pende de un hilo. Las primeras denuncias a las discotecas de la capital no se han hecho esperar y tras este fin de semana, coincidiendo con el ascenso del Logroñés, dos de ellas ya cargan con multas por incumplimiento generalizado de las medidas de seguridad sanitarias.

Ejemplos en todo el país. El número de personas contagiadas en un brote vinculado a una discoteca en Córdoba asciende ya a más de setenta. La Junta de Andalucía ha realizado 1.700 pruebas PCR y ha aislado a 670 personas por contacto directo con los contagiados. En Cantabria, una macrofiesta juvenil ha sido el desencadenante de un foco en la región que suma nueve contagiados.

La Sala Macao de Logroño ya advirtió de las aglomeraciones de jóvenes junto a las discotecas y bares de la ciudad sin tener en cuenta la distancia social y el uso de las mascarillas, pidiendo así responsabilidad en sus redes sociales. Ahora, su dueño, Antonio Cendra, lamenta que el ocio nocturno de la capital esté en riesgo porque “el problema no es de las discotecas, que velan por el cumplimiento de las medidas, sino de la mentalidad de la gente”.

Así lo ha contado el también miembro del Comité de Discotecas a los micrófonos de Radio Rioja (Cadena Ser) este lunes: “Nosotros medimos la temperatura y nos aseguramos de que se cumplan la distancia de seguridad con la incorporación de mesas y sillas, motivo por el cual es imposible que podamos sobrepasar el aforo permitido, pero se trata de una cuestión de educación y concienciación por parte de la población”.

Además, Cendra ha resaltado que “las propias discotecas no tienen la autoridad para imponer la obligatoriedad del uso de mascarilla dentro de los locales, pero en cambio sí les hacen responsables”. El dueño de la Sala Macao reconoce que las primeras semanas tras la reapertura fueron un “intenso estrés porque la gente no respetaba absolutamente nada, pero parece que ya va aprendiendo y al menos cumplen las indicaciones y mantienen la distancia entre grupos”.

Desde el Ejecutivo regional todavía no se han manifestado con ninguna decisión al respecto, pero “tampoco se descarta que en las próximas horas se anuncien medidas”, según ha indicado el portavoz Chus del Río en la Cadena SER. Lo que está claro es que el debate, ahora, se fija en el cierre o limitación del ocio nocturno en la región después de conocer los numerosos rebrotes surgidos en entornos festivos dentro del panorama nacional.

“Si el Gobierno toma la decisión creo que será un error porque la situación no va a cambiar con el cierre de las discotecas”, apunta Cendra. “Además, se están tomando medidas muy duras contra ciertos sectores sin conocer todos los datos sanitarios y lo que van a conseguir es que desaparezcamos todos los locales cuando no podamos hacer frente a lo que se nos viene encima”, ha añadido.

A pesar del incremento de casos detectados en la última semana, la mayoría de los contagios de coronavirus se corresponden con casos aislados entre personas jóvenes, que permanecen asintomáticas, y se han producido en el entorno familiar o personal. Esta mañana a primera hora, no había ingresos por COVID-19 en ninguno de los centros hospitalarios de La Rioja.

Los previsores

Arnedo, por su parte, ya se sumó la pasada semana a la decisión del cierre nocturno de la discoteca Sendero después de que el primer fin de semana de su reapertura tuvieran que pedir auxilio a la Policía Local por no poder controlar el aforo. Una decisión acordada conjuntamente entre el consistorio y la asociación cultural que regenta el local debido al incumplimiento de las medidas sanitarias y que estará vigente, al menos, hasta septiembre.

Mientras, la comunidad vecina de Navarra tampoco ha querido quedarse atrás y desde este miércoles los establecimientos de ocio nocturno cerrarán a las 2 de la madrugada, como hacen bares y restaurantes, y se reducirá a diez el número máximo de personas en grupos durante la noche para evitar al cerrar dichos locales.

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