A pesar de nuestro reconocido esmero en la higiene personal, el amable lector habrá empezado a barruntar la afición que nos mueve por los hongos comestibles. En efecto: los esporocarpos de los basidiomicetos son una de nuestras perdiciones.
Como también le tenemos cariño al jamón, el pincho que preparan en el Mesón Cid (uno de los restaurantes más concurridos de la capital, con una barra bien surtida) colma nuestras fantasías más lúbricas.
La receta no tiene mayor misterio: una buena loncha de jamón entre dos setas comunes, harina, huevo, sartén y al plato. Ponerla sobre un trozo de buen pan ‘sobao’ ya es tarea del comensal.
Mesón Cid, Industria, 9 (Logroño). Seta rellena: 1,50 euros.
