Pocos pueden decir que pertenecen a un reconocido grupo a nivel internacional que incuba a las mejores bodegas de España. Dentro de la Denominación de Origen Rioja, hasta hace poco tiempo, tan solo Finca Valpiedra podía presumir de estar dentro de Grandes Pagos de España, pero ahora Bodegas Valenciso se sitúa a la altura y se une a la treintena de firmas que componen la asociación para ver reconocida no solo la calidad de sus vinos sino también la de sus viñedos.
“La imagen de marca que te ofrece pertenecer a Grandes Pagos de España es increíble. Pero no se queda en eso, porque la promoción a nivel internacional que realiza lo es todo para una bodega como la nuestra, donde principalmente nos surtimos del mercado exterior”, resalta uno de los socios, Luis Valentín. Aunque han entrado en “mala época para esa promoción fuera del país” y todavía no han podido participar en ninguna asamblea, para él y su socia Carmen Enciso supone “un hito profesional y personal” haber logrado adentrarse en el grupo.
“La entrada es muy exigente porque no cualquiera puede pertenecer a esta asociación”, señalan, aunque se entra por invitación a partir de dos padrinos ya asociados. Valentín apunta que el grupo prima mucho la base de la elaboración del vino. Es decir, sus viñedos. “Los técnicos realizan una especie de auditoría del viñedo y después toca presentar una memoria. Además, un grupo de expertos catadores independientes analizan y aprueban los vinos para dar el visto bueno final”.
Después de 22 años, Valenciso ya se rodea de las más grandes y, primando la imagen y la promoción a nivel internacional que le otorga su hueco en la asociación, destaca también como “punto fuerte” la participación en las jornadas técnicas que se organizan. “Podemos intercambiar opiniones, ideas y experiencias entre bodegas de diferentes regiones y referentes en el mercado para poder aprender y conocer a fondo el funcionamiento de las firmas más caracterizadas del panorama nacional”.
Entre los requisitos establecidos por Grandes Pagos de España se encuentra el disponer de unos viñedos “determinados” e “identificados” que sean propiedad de la bodega. Además, Valenciso puede decir que ya cuenta con un cultivo cien por cien en ecológico desde la pasada cosecha, aunque sin carácter oficial -les falta el sello-. Llevan desde 2006 en la viticultura sostenible, siendo de las pocas bodegas dentro de esta práctica.
Un cambio en la forma de tratar las viñas que también se ha visto reflejado en el producto final, pero también en las cuentas. Valentín asegura que el gasto económico del paso de viñedo convencional a sostenible supuso un encarecimiento económico del diecisiete por ciento, mientras que de sostenible a ecológico solo un ocho”.
Ya el pasado año la bodega se adhirió a la Asociación de Bodegas por la Calidad (ABC), representante de los grandes de la Denominación, aunque con escasa presencia en la comercialización de vino de Rioja (un ocho por ciento). “En este caso se trata de una agrupación de carácter más institucional con representación en el Consejo regulador que actúa como complementaria a Grandes Pagos de España, ya que en su caso no realiza ninguna actuación promocional”, señala Valentín.
