Soy la directora del colegio Santa Teresa de Calahorra, perteneciente a la Fundación Escuela Teresiana; tengo 51 años y procedo de una familia de trabajadores que se dejó la piel para que sus hijas tuvieran la mejor educación que mis padres creyeron que podían darnos, concertada.
Los primeros conciertos, 1985, por cierto, creados por un Gobierno socialista, nos pillaron a mi hermana y a mí en E.G.B. y en B.U.P. respectivamente. Así son la mayoría de las familias de nuestros centros y no entendemos por qué esta inquina, con lo baratos que, por otra parte, les salimos… Está claro que no es cuestión económica, es una cuestión puramente ideológica no exenta de cierto desconocimiento.
Los trabajadores de la concertada estamos hartos de que se nos juzgue con estereotipos cuando cumplimos escrupulosamente con la legalidad vigente que regula todos y cada uno de los procesos que rigen nuestra labor, exactamente igual que los públicos. Educamos, como los públicos, en valores democráticos, cívicos, críticos, humanos y, ante todo, respetuosos con la diversidad entendida como riqueza y oportunidad de aprender y compartir. Vengan a nuestros centros cuando quieran, vean esa diversidad de razas, religiones, procedencias…
Disculpen que lo diga tan claro pero si siguen así lo que van a conseguir es que solo puedan elegir los ricos muy ricos, el resto no, ¿eso es justicia social? ¡Viva la libertad de enseñanza! Sí, señores y señoras, solo para los ricos, el resto a la pública.
Trabajen por una enseñanza pública de calidad, claro que sí, pero que esto no pase por hundir a la concertada; su hundimiento por sí mismo no va a conllevar una mejora de la enseñanza pública. Nos necesitamos, nos complementamos y, ante todo, garantizamos que las familias seamos libres de elegir qué educación queremos para nuestros hijos. Y no me vengan con el argumento del dinero público, que nosotros, los que optamos por la concertada, también pagamos impuestos y financiamos con ellos la enseñanza pública.
El tema del aumento de ratio no ha sido más que el golpe de gracia. Comenzamos el curso no poniendo solución a un grupo de alumnos de la concertada que no tenían plaza en el autobús que trasladaba a Calahorra a alumnos de la línea de Ausejo, Villar y Pradejón; dimos guerra pero, al final, como eran tan pocos… la opinión pública acabó olvidando el tema. A continuación, con el curso ya avanzado y después de muchas evasivas, abiertamente nos dicen que acaban con la subvención de bachillerato… Perdonen, pero son incapaces de saber lo que suponen 500 euros menos en la economía de una familia trabajadora, de lo contrario no lo hubieran hecho…
Y ahora, cuando deberíamos estar más unidos que nunca, cuando deberíamos estar pensando cómo organizarnos de cara a un septiembre y un curso tan inciertos, ¿nos aumentan la ratio mínima y nos cierran aulas? ¿Se les ha pasado por la cabeza que podríamos estar ahora buscando soluciones y apoyándonos, sin apellidos (pública-concertada), en lugar de perder tiempo, esfuerzo y energías en esto?
Piénsenlo, ilusión, creatividad y capacidad de trabajo no nos falta; todo ello al servicio del bien común es la mejor manera de trabajar por un futuro mejor para todos.
*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.
Sigue el canal de WhatsApp de NueveCuatroUno y recibe las noticias más importantes de La Rioja.