CARTA AL DIRECTOR

¿Animación o tortura?

No estoy en absoluto de acuerdo con su política de alabanza a los ‘animadores’ de edificio. Tanto mi marido como yo somos trabajadores ‘esenciales’, de esos de los que nadie se acuerda. De los que atendemos al público durante todo el estado de alarma y no somos ni sanitarios, ni policías, ni ninguno de esos a los que salen puntualmente a aplaudir, sino de esos otros muchos que han estado en todos los Reales Decretos de los que casi nadie se acuerda: repartidores, panaderos, fruteros, carniceros, pescaderos, empleados de estancos, empleados de oficinas de farmacia, empleados de banca, empleados de registros y notarías, conductores de autobuses, empleados de fábricas diversas, etc.

Soportamos un estrés provocado por el tener que salir a trabajar, a atender a ese público que a las ocho aplaude puntualmente, enfrentándonos con ellos a una posibilidad de contagio por la imposibilidad del confinamiento. Ese mismo público que debería estar confinado y que cada mañana se busca una excusa para salir: ahora a por una barra de pan, luego a por un paquete de tabaco, después a actualizar la libreta, etc. Ese mismo público que nunca se pone en la piel del que les tiene que atender, porque tiene obligación de hacerlo, y ahí nacen todos los derechos del cliente y mueren los todos los derechos del que le atiende.

Ese es el mismo público que no respeta nuestro descanso, ni por supuesto el luto y el dolor de cientos de personas cuyas personas más próximas han fallecido o están enfermas. Porque ustedes alaban que nos animen con sus músicas insufribles y sus juegos ruidosos. Sí, esas músicas ratoneras, altísimas, que únicamente revelan lo mucho que echan en falta las discotecas. No sé si me quieren animar, pero gracias, no lo necesito. A mí me anima muchísimo más la urbanidad, la educación y las buenas maneras.

Ni que decir tiene de lo que estarán pasando aquellos que estén enfermos en sus casas, aquellos que tengan algún familiar ingresado, aquellos que tengan algún familiar fallecido… Por favor, respeten también su dolor y su luto. No ensalcen conductas incívicas, por mucha gracia que les haga, recuerden que aquí hay muchísimas personas sufriendo, y el sufrimiento y la juerga son malos compañeros.

*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.

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