Deportes

Los ángeles del ‘runner’

Alumnos de La Escuela de Naturopatía alivian a los participantes de la última Maratón de Logroño

José busca postura en el sofá. Un pie arriba, otro abajo. Prueba con los dos juntos. Se gira, contempla su imponente televisión de plasma de 52 pulgadas desde un ángulo, del otro, desde todas las ópticas posibles. No hay manera, no se halla. Sus pies parecen querer escapar hacia otros menos confortables caminos. Está con la mosca detrás de la oreja desde que Mario, su compañero de oficina, terminara la Maratón de Barcelona, algo que también consiguió recientemente en Valencia Pablo, su compañero de pupitre hace 30 años en la escuela primaria.

José no ha hecho deporte en su vida, más allá de las infames (para él en aquellos tiempos) sesiones de gimnasia y luce una prominente barriga pero él, él…¡No va a ser menos! Es 1 de diciembre. José mira de reojo el calendario en el que destila de fondo, marcado en rojo, el 26 de abril de 2020. Es el Maratón de Madrid, en el que se ha marcado participar (y terminar) pese a su nula experiencia previa. Y comienza con entusiasmo su rutina diaria, llenando de pisadas los caminos de la orilla del Parque del Iregua.

Precisamente allí llega su debut como corredor, el Cross de Los Lirios (4 de enero). Una cita que se quiere tomar como test pese a las múltiples dolencias que arrastra. 11 kilómetros por el pulmón de la capital riojana que es testigo diario de sus entrenamientos y donde nuestro protagonista consigue alcanzar la línea de meta. Dolorido, José ha sufrido muchísimo, pero cree que es lo normal en su camino hacia la gloria. En meta, como ángeles de la guarda, le esperan Israel Jerez y su equipo de la Escuela de Naturopatía La Alacena.

José es un nombre ficticio, pero Israel alerta que historias como ésta son demasiado habituales en el mundo del running. “Los deportistas, especialmente los nuevos, tienen mitificado el dolor y creen que cuanto más se sufre, mejor, jugándose de esta forma jugando una lesión seria. Toda iniciación debería hacerse progresivamente y al ser posible bajo supervisión médica”, señala Israel, que resalta la conveniencia de hacerse un chequeo médico todos los años.

Israel habla con conocimiento de causa. Es el profesor de la escuela logroñesa de Naturopatía ‘La Alacena’, cuyos alumnos llevando asistiendo a los corredores en las competiciones riojanas desde hace dos años. Se iniciaron con una prueba de fuego en la tristemente desaparecida Rioja Ultra Trail y allí comprobaron de nuevo que el masaje deportivo es una actividad no exenta de dureza: “Nosotros casi nos cansamos más que los propios corredores. Cada uno de los miembros del equipo puede llegar a tratar a más de 50 personas en un solo día, así que previamente y con posterioridad a la competición debemos tratarnos entre nosotros”.

Trabajo satisfactorio pero mejorable

A pesar del esfuerzo, ayudar a los corredores es una experiencia reconfortante para ellos. Adrián Jalón, uno de sus alumnos, lo expone: “Tratamos a todo tipo de participantes y las diferencias físicas entre ellos nos hacen aprender más: conocemos mejor los distintos tipos de cuerpos que hay y es un reto. Además, los corredores valoran mucho nuestra labor y a veces, por desconocimiento, no saben que estamos atendiéndoles después de las competiciones, pero cuando nos conocen en la siguiente prueba nos buscan. Es reconfortante saber que les estamos ayudando”.

La Alacena es una Escuela especializada en Naturopatía manual, por lo que su directora Nuria Serrano, a su vez Vicesecretaria General de la Organización Colegial Naturopática FENACO quiere aprovechar para reclamar mejoras, como “la creación de un Grado Universitario donde se imparta el conocimiento de métodos naturopáticos tales como acupuntura, osteopatía, herbología… que definan su ámbito competencial sin entrar en conflicto con otros profesionales de la salud como ya ocurre en otros países de la Unión Europea”.

Además, expone que el ejercicio de su actividad tiene “un estatus de legalidad sociolaboral en España desde 1990, por lo que reivindicamos un marco con más derechos como el que disfrutan el resto de profesiones, ya que cada vez más ciudadanos se interesan por nuestras actividades”.

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