La Rioja

Las donaciones aumentan al ritmo de las listas de receptores

La donación es un gesto generoso, desinteresado y considerado como el mayor acto de bondad entre los seres humanos. Hoy en día hay miles de personas que para seguir viviendo o mejorar su calidad de vida necesitan de un trasplante. Y la realidad es que las listas de espera para recibir órganos y tejidos siguen aumentando pese a las buenas cifras de donaciones.

La situación en La Rioja es esta: “Tenemos una comunidad con 300.000 habitantes. Cuando nosotros hablamos de tasas de donación hablamos de donantes por millón de población. En 2018 tuvimos la tasa de donación más alta de la historia de nuestra comunidad y la segunda más alta de la historia de la Organización Nacional de Trasplantes y del modelo español, con más de ochenta donantes por millón de población”, relata Fernando Martínez Soba, coordinador de trasplantes de La Rioja.

En 2019 esa cifra ha bajado a 37. Visto así puede parecer un paso hacia atrás, pero “cuando tenemos una población tan reducida, si analizas un año, solo podemos estar en el pico o en el valle, por lo que es mejor tomar la trayectoria de diez o quince años, y si lo hacemos, lo que ha pasado en el Hospital San Pedro desde el 2007 hasta 2019 es que tenemos un promedio de tasa de donación de cincuenta donantes por millón de población”.

Pero, ¿a qué se debe esta bajada? La respuesta es clara: “Hemos tenido el porcentaje de negativas a la donación más alto de la historia de este Hospital”. Según el artículo 5 de la Ley General de Trasplantes “todos somos considerados donantes si en vida no hemos expresado lo contrario. Sin embargo, esa expresión puede haber sido formulada de diferentes modos, lo que obliga a que se pregunte a familiares o allegados sobre la voluntad del fallecido respecto a la donación”.

Durante el 2019, “hemos tenido cinco negativas, cuando lo normal es que tengamos cero o una. A pesar de esto somos la comunidad con el menor porcentaje de negativas a la donación desde que empezamos la actividad en 2007, con un promedio inferior al cinco por ciento de negativas cuando en en España es del catorce”.

Pese a estas negativas, en España hay declarados un 64 por ciento de ciudadanos que manifiestan querer ser donantes, sin embargo, no todos podemos serlo. Es necesario que el fallecimiento suceda en una Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital. Así es posible realizar la preservación de los órganos y las pruebas necesarias para realizar una correcta valoración de cada potencial donante.

Y según las cifras, tan solo un 0,5 por ciento de las personas fallecidas en un hospital pueden ser donantes. “Desde el punto de vista legal, para ser donante tienes que haber fallecido en muerte cerebral o como consecuencia de una parada cardiorespiratoria controlada”.

En la primera, el cerebro deja de tener actividad, pero el resto de los órganos siguen funcionando. Eso ocurre, generalmente, como consecuencia de una hemorragia cerebral, y, en este caso, “colocamos un tubo en la boca, un respirador artificial para mantener los órganos de una manera artificial”.

En cuanto a los donantes por fallecimiento en accidente -el cuatro por ciento del total-, no todos pueden ser donantes. “Normalmente estos pacientes sufren un traumatismo craneoencefálico. Para que puedan donar es necesario trasladarlos rápidamente al hospital para que sean intervenidos en la Unidad de Cuidados Intensivos y, si finalmente su cerebro deja de tener actividad y sus órganos están intactos y sanos, podrán ser donantes”.

La solidaridad riojana, fundamental

El coordinador de trasplantes de La Rioja, Fernando Martínez, asegura que “el panorama actual de donaciones en nuestra comunidad no podría darse si no fuera por la inmensa solidaridad de la sociedad y el buen trabajo de los profesionales sanitarios, las asociaciones vinculadas con la donación y los medios de comunicación que se hacen eco de estos datos”.

En 2019 “hemos contado con 4.889 donaciones; en 2018 fueron 4.804; y en 2017, 4.891. Nos vamos manteniendo. Estas cifras, junto con la tasa de negativas más baja del país, pese a las cinco del pasado año, hace que estemos muy orgullosos, pero no podemos olvidarnos la permanente necesidad de órganos. Pese a todos estos buenos resultados, las listas de espera siguen aumentando”.

Desde el Hospital San Pedro “sabemos que no podemos bajar la guardia, no nos podemos relajar. Tenemos que analizar lo que ha pasado en los Servicios de Cuidados Intensivos, en el Servicio de Neurología y en el Servicio de Urgencia, que son nuestros nichos de captación de donantes”.

Y como esta maquinaria no puede parar, desde el hospital riojano se está trabajando en un nuevo programa “ambicioso, bonito e interesante”, que se pondrá en marcha este marzo, con el fin de conseguir más donantes.

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