El Bussines CaixaBank de Logroño ha acogido la presentación de las principales conclusiones recogidas en el Informe de DIRSE ‘Estado de la Profesión 2019: II Estudio de la función dirse en la empresa española’, elaborado conjuntamente con la Cátedra RSC Mango de ESCI – UPF y el apoyo de Valora Consultores.
La investigación, que toma como punto de partida la de 2013, permite una visión panorámica y evolutiva del perfil de la función de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) a partir de la opinión de sus protagonistas, los ‘dirses’, a los que se ha consultado mediante encuesta y grupos de discusión.
La preocupación por la falta de concreción en torno a la función de RSC o sostenibilidad ha estado en el germen de la constitución de DIRSE (Asociación Española de Directivos de Responsabilidad Social) desde su puesta en marcha en 2013.
En los últimos años y atribuible a diversos factores (entre ellos, la presión de los diferentes grupos de interés, cambios en la organización y estructura del tejido empresarial, así como en la legislación), la función de RSC ha experimentado una progresiva consolidación, lo que se manifiesta en el hecho de que sus responsables en las empresas han ido cobrando mayor relevancia y ganando capacidad de decisión en la estructura organizativa de las compañías logrando, con su trabajo, que los criterios de sostenibilidad se contagien cada vez a más áreas corporativas.
Durante la reunión se ha llegado a configurar un nuevo retrato robot de la persona que está detrás del cargo: mujer, entre 40 y 50 años, con formación universitaria y programa de postgrado específico en RSC, con diez años de antigüedad en el puesto; con entidad propia y exclusiva, o integrada en las áreas de Comunicación o RR.HH., con dependencia directa del máximo directivo de la empresa y formando parte del Comité de Dirección. Cuenta con 3,8 colaboradores y maneja un presupuesto no superior al millón de euros.
Durante la presentación, a la que han acudido varias decenas de directivos y profesionales de La Rioja, Iñigo Senosiain, director del centro Business de CaixaBank (entidad socia Protectora Premium de DIRSE) ha dado la bienvenida a los asistentes como anfitrión de la jornada. Por su parte, Maite Seoane, delegada de DIRSE en este territorio y Responsable de Formación, Empleo y RSE en la Federación de Empresas de La Rioja ha sido la maestra de ceremonias destacando que “el impulso de la figura del ‘dirse’ es más necesaria que nunca para abordar los grandes procesos de cambios a los que se enfrentan las empresas”.
Conclusiones del estudio
Miwi Clavera, directora general de DIRSE y co-coordinadora del estudio ha sido la encargada de presentar las conclusiones principales del mismo, entre las que ha destacado “el innegable vínculo entre la relevancia de la Responsabilidad Social en el desempeño de las organizaciones y la antigüedad en el puesto del directivo responsable y la tendencia hacia la profesionalización de la figura”.
Para cerrar la presentación, se ha celebrado una mesa redonda moderada por Maite Seoane, en donde los actuales socios de DIRSE en la región, Manuel Navajas, responsable de RR.HH. de Grafometal; Roberto Marín, director de RR.HH. de Produmix; José Mª Marcolaín, gerente de Capacitae; Martha Perry, socia de Aunece u Yana Stefanu, socia de Innevies, han ajustado las conclusiones del estudio a la realidad del tejido empresarial riojano desde su experiencia profesional y han intercambiado valoraciones con el público asistente.
Manuel Navajas, responsable de RR.HH. de Grafometal ha destacado que “la figura del ‘dirse’ no es cosa solo de las grandes empresas, puede trasladarse a la escala de la pequeña y mediana empresa riojana, como es su caso, que está integrada en el área de Recursos Humanos”.
Yana Stefanu, socia de Innevies, ha reforzado el mensaje anterior apuntando que, “además, la pyme tiene una gran ventaja con respecto a la gran empresa, y es que no está tan compartimentada (los trabajadores se conocen todos), por lo que le puede ser más sencillo integrar transversalmente la RSC e incorporarla a la cultura de la empresa como filosofía”.
Roberto Marín, director de RR.HH. de Produmix, ha coincidido con Yana y con las conclusiones del estudio en que es muy importante que la RSC sea entendida por todos en la empresa, y no sea solo cosa del dirse. “La RSC está cobrando mucha relevancia” y él lo nota en las entrevistas de reclutamiento, pues empiezan a preguntarle, por ejemplo, sobre la política social de su compañía en países emergentes”.
Por su parte, José María Marcolaín, gerente de Capacitae, ha hecho hincapié “en que no puede confundirse la RSC con la filantropía. La RSC va de la manera en que se hace negocio y ello pasa por entender que hay que superar el cortoplacismo, las empresas tienen que ganar dinero para ser sostenibles, pero ello puede ser una consecuencia de hacer las cosas bien, no el fin de la empresa”.
Para conseguirlo, Martha Perry, socia de Aunece, piensa que la clave es la sensibilización del tejido empresarial y que desde la delegación DIRSE en La Rioja van a trabajar en ello, especialmente, “compartiendo buenas prácticas que animen a seguir avanzando”.
Uno de los momentos álgidos del debate ha llegado cuando uno de los asistentes ha retado a la mesa de debate que concretaran acciones de RSC que podrían llevarse a cabo en empresas de cero a cuarenta trabajadores, que son las mayoritarias en La Rioja.
Todos los presentes han respondido que se pueden hacer muchas cosas sin dinero y con pocos recursos y han puesto algunos ejemplos desarrollados por sus empresas como: el fomento de la diversidad de la empresa a través de políticas activas de contratación de personal (discriminación positiva para la contratación de mujeres, personas en situación de vulnerabilidad o exclusión social, etc.), acciones de voluntariado corporativo, planes de salud de los empleados, flexibilización de la jornada laboral, reducción de huella de carbono, incorporar criterios de sostenibilidad en su política de Compras y relación con los proveedores, etc.
