Si existe un asunto urbanístico que haya adquirido relevancia en las últimas semanas en Logroño, no hay duda de que se trata del proyecto para peatonalizar la calle San Antón. Desde que el pasado verano se produjera el cambio de Gobierno en el Ayuntamiento de la capital, sus responsables dejaron claro su modelo ideal de ciudad: con menos coches y más espacios para los peatones.
Después de que la primera de esas peatonalizaciones estratégicas apeara a los vehículos de parte del campus universitario llegó el ruido y todas las miradas se dirigieron al mismo enclave de la ciudad: esa pequeña vía que conecta Pérez Galdós con la Gran Vía y representa la gran ‘milla de oro’ del comercio logroñés.
No pasó demasiado tiempo hasta que algunas fuerzas vivas marcaron posiciones. Los comerciantes, en contra. Los vecinos, también, aunque con un matiz. Este pasado martes la Asociación de Vecinos Centro se mostraba tajante: peatonalización, no. Pero lo hacía sin precisar -pese a las reiteradas preguntas de este medio- cuántos vecinos componen dicho colectivo ni el número aproximado de personas que está en contra de la medida.
Sí recalcaba, en cambio, que cuenta con el respaldo de la Federación de Asociaciones de Vecinos de La Rioja. Tanto, como que el comunicado en el que expresaba su postura se enviaba a los medios directamente desde la dirección de correo electrónico de dicha entidad. La Federación, por tanto, también se opone tajantemente a que los vehículos desaparezcan de San Antón. Pero ¿desde cuándo? Hace no demasiado tiempo su postura era justo la contraria.
En el verano de 2016, de hecho, la elevó a la categoría de prioritaria. Ocurrió durante el proceso de elaboración de los Presupuestos Participativos (el instrumento con el que los vecinos plantean al Ayuntamiento sus preferencias en materia de servicios e infraestructuras con el compromiso de ejecutar parte de ellas al siguiente ejercicio), del que la Federación de Asociaciones de Vecinos de La Rioja es colaboradora.
En aquel entonces, los vecinos del Distrito Centro hicieron llegar cientos de iniciativas, a los que la Federación dio forma para trasladarlos al Consistorio. Y en esa ordenación, la peatonalización de la calle San Antón ocupaba el segundo lugar de prioridades, solo por detrás de la construcción de un Centro de Día en la zona. Y no porque la propuesta hubiera obtenido un respaldo masivo en primera instancia: un solo vecino votó a favor de la medida que ahora baraja el Ayuntamiento.
Y a pesar de que posteriormente los vecinos y comerciantes valoraron ensanchar las aceras dejando un único carril central en la vía, la propuesta priorizada en el Presupuesto hablaba de una peatonalización ‘a secas’, con la siguiente descripción del proyecto: “Peatonalización de la calle San Antón (zona de tiendas y comercio). Sería un lugar perfecto para acometer esta actuación, pudiéndose incorporar a la zona de paseo de la Gran Vía y García Morato”.
El 18 de julio de 2016, la presidenta de la Federación, María Ángeles Matute, acudió a la sesión ordinaria de la Junta de Distrito Centro, al objeto de exponer qué pasos se habían seguido para priorizar las propuestas que los vecinos habían aportado de cara a la elaboración del Presupuesto Participativo del año siguiente.
Durante la sesión, tal y como recoge el acta, una de las representantes vecinales le pidió explicaciones sobre cómo una propuesta que “solo había sido solicitada por una persona” acabó en el segundo lugar de la escala. La respuesta de Matute no deja lugar a dudas de que hace solo tres años la Federación que representa veía con buenos ojos el proyecto: “Se debatió intensamente sobre esta cuestión en las reuniones de trabajo y se consideró interesante e importante para el comercio y el resto de vecinos”.
En los grupos de trabajo a los que alude su presidenta están representados todos los colectivos (asociaciones de comerciantes, vecinos, personas de la tercera edad, consumidores o la comunidad educativa) potencialmente afectados por el cambio que se plantea introducir, al objeto de establecer una escala de viabilidad. En 2016 se consideró que lo prioritario era peatonalizar la vía pero, por alguna razón, los mismos actores ahora se oponen al proyecto.
En cualquier caso, y pese a ocupar el segundo lugar de prioridades, la peatonalización de la calle San Antón desapareció del documento definitivo del Presupuesto Participativo de 2017, en el que se incluyeron (por este orden) las siguientes iniciativas para el Distrito Centro: local de reunión para personas mayores en la zona centro, zona de juegos infantiles en el centro de Logroño, mejorar la iluminación y la señalización de las calles concurrentes a la Gran Vía, evitar el uso de los jardines del Parque del Carmen como zona de juego; más presencia policial en este parque; plantar un árbol en su zona este e inventariar sus árboles, reponer la fauna y hacer conciertos; un aparcamiento para motos en Doctores Castroviejo-Avenida Colón; un aparcabicis en el tramo Somosierra-Huesca de República Argentina y la reforma integral de la calle Múgica.
