El Rioja

Cierre definitivo de la vendimia 2019: excelente porvenir

Las cifras pueden considerarse definitivas tras los ‘flecos’ entrados en bodega los últimos días. El pasado miércoles el Consejo dio por cerrada oficialmente la vendimia 2109, pero ya advertimos en NueveCuatroUno que los viticultores seguían ‘en activo’, especialmente con variedades tardías como el graciano y la garnacha. El último recuento de uva recogida asciende a 384.267.803 kilos de uva que se alcanzan de la suma de 341.105.979 de uva tinta y 43.161.824 de blanca.

Nada que ver con las cifras de 2018, una vendimia que se consideró por las instituciones y las bodegas como “estratégica” y que rozó los 486 millones de kilos –429 millones de tinta y 57 de blanca–. Recordemos que veníamos de un 2017 marcado por la helada de san Prudencio que recortó los kilos vendimiados a unos escuetos 349,5 millones.

En definitiva, una cosecha un 21 por ciento inferior a la precedente. Pero con unas características de calidad claramente superiores, lo que hace que se hable sin medias tintas de una vendimia que, como mínimo, rozará la calificación de excelente. Menos racimos en la planta y con unos granos sensiblemente más pequeños donde manda el hollejo, calidad en definitiva para unos vinos que prometen gran concentración y potencial de guarda.

Vamos con los números. En Rioja Alta han entrado en bodega –son cifras relativas a número de kilos recepcionados en la zona, pero no necesariamente de uva cosechada en la misma– 186.612.869 kilos, divididos entre 429 de uva tinta y 57 de uva blanca. Supone el 49 por ciento del total recogido.

La subzona de Rioja Oriental aporta al total 109.248.157 kilos, resultante de la suma de 98 de uva negra y 11 blanca. Un 28 por ciento. Finalmente la comarca alavesa alcanza 88.406.777 kilos de uva entre tinta, 80 millones, y blanca, 8. Hablamos de un 23 por ciento del total.

Hablando con unos y con otros la conclusión es similar. Una campaña que comenzó la primera semana de septiembre y ha terminado pasado el Pilar, muy alborotada y con altibajos en tiempos de vendimia porque ha habido enorme amplitud de maduraciones y en la que se ha tenido que ir poco a poco. Pero con la idea de que éste es el camino, gran calidad de uva con rendimientos inferiores cercanos al 25 por ciento en los viñedos que se manejan en las bodegas.

En general la cosecha venía con una calidad superior a excelente, enorme en sensaciones, pero las precipitaciones han hecho que no lo sea tanto como se preveía. Que no se nos olvide nunca: septiembre es el mes que dicta la calidad de lo que se recogerá. En Rioja Oriental cayeron hasta 60 litros y bajó el grado justo cuando se iba a vendimiar y cuando lo recuperó lo hizo de golpe. En Alta/Alavesa pasó lo mismo, pero en menor medida ya que las precipitaciones fueron inferiores. Luego vino el fuerte calor y hubo focos localizados de botrytis y merma de kilos en las zonas más cálidas, pero en los pueblos más fríos la calidad ha sido excepcional. Los vinos de esta cosecha nos van a dar grandes satisfacciones.

Subir