La música es, hoy en día, un fiel compañero que llena por completo los ambientes y situaciones. Y como todo en esta vida, cambia, y lo hace de forma muy rápida. Hay una gran diversidad de géneros, y cada uno cuenta, además, con sus categorías. Variedades entre las que se encuentran el reguetón y el trap, lo más escuchado por los jóvenes en la actualidad.
Pero sigue habiendo géneros que nunca mueren, por mucho que algunos quieran sepultarlos. Es el caso de la música tradicional, el folclore y, más concretamente, la jota. “Este estilo se encuentra por toda España, pero más arraigada está en La Rioja, Navarra y Aragón”, explica Juanjo Fernández, componente del grupo Voces del Ebro, una agrupación fundada en 2001 cuyo objetivo es promocionar la música tradicional de La Rioja y Navarra.
Lo más curioso de este grupo es, quizá, la edad de sus componentes. “Jóvenes de 25 años que lo tienen como muy suyo, muy arraigado y quieren luchar para que se mantenga esta tradición y no se pierda”, cuenta Fernández. Y para ello, ¿qué mejor manera de dar a conocer su trabajo que con un disco?
‘Sabor jotero’ es el nombre elegido para el cuarto disco, compuesto por veinte temas, “donde se fusiona una diversidad de instrumentos: acordeón, guitarra, percusión y voces, todo unido a las raíces folclóricas de la Ribera del Ebro de La Rioja, Navarra y Aragón”. Dentro de este trabajo, que se va a presentar este sábado en el salón del Centro Joven de Villamediana a las 19 horas, se encuentran tanto jotas como pasacalles, pasodobles, zortzikos y hasta una ranchera.
“Este disco es muy especial”, señala Juanjo Fernández. “Es algo muy diferente a todo lo que hemos hecho antes. Mezclamos muchos estilos y, además, las entradas de las jotas que hemos grabado tienen un toque muy diferente a lo habitual”.
Todas sus actuaciones reúnen a público de todas las edades. “Está claro que nuestro público mayoritario es la gente mayor, pero los chavales jóvenes, que no les puedes sacar del reguetón, cuando nos escuchan se quedan pegados. El folclore tiene un no se qué que engancha. Será, seguramente, porque la jota sale directa del corazón y todo lo que se dice y canta se siente muy dentro”.
