Aitor Larrazabal afronta una situación extrema al frente de la SD Logroñés. No es una frase nueva, pues lleva repitiéndose durante varias jornadas y aunque el vizcaíno intenta espolear a su equipo, los resultados no llegan. Un triunfo en catorce encuentros como entrenador es un balance difícilmente sostenible a largo plazo. Con 27 puntos y a siete de la salvación, los blanquirrojos visitan el campo de la Ponferradina (El Toralín, domingo 16:00), con la reiterada urgencia de ganar para mantener opciones de permanencia. Es muy difícil cuando faltan siete jornadas, aunque el equipo dio muestras de pelea ante la Cultural Leonesa (0-0).
Así lo cree el entrenador vasco, que ha calificado dicho encuentro como “uno de los mejores desde que nosotros estamos aquí, a todos los niveles”. El problema es el de siempre, de sensaciones no se vive: “Indudablemente, sabemos de la importancia de los puntos, los chicos lo tienen muy claro: no podemos estar a medias tintas, es ganar o ganar. Las sensaciones fueron mejores, pero no nos vamos a mantener en base a las sensaciones, sino a los puntos. Quedan 21 en juego, tenemos que empezar a sumar de tres, lo llevamos diciendo varias jornadas, pero entenderemos que llegará algún momento, con el trabajo que se está haciendo, donde ganemos los puntos de tres en tres”.
El nuevo gerente Javier González llegó hace tres jornadas y dejó caer que Larrazabal podría dejar de ser entrenador en caso de una nueva derrota. No llegó ese resultado ante el Real Unión (1-1), pero sí en Salamanca (1-0). A pesar de ello, no hubo cambios y el técnico, que ya ha asumido su situación en diversas comparecencias, continúa trabajando. De vuelta al encuentro frente a la Cultural, el vasco ha reconocido que a su equipo le faltó gol: “Nos está penalizando”. Además, la expulsión de Ezkurdia en el minuto 65 cambió esa contienda: “No tienes tanto balón y no puedes hacer correr al rival de la forma que hubieras querido”.
Foto: Cultural y Deportiva Leonesa
A pesar de tanto jarro de agua fría, el técnico trata de ver el vaso medio lleno, aunque parezca difícil: “Tuvimos más balón y cuando el balón no quema en los pies y tienes la capacidad de tener futbolistas que quieran tenerlo, el que corre más tiempo detrás del balón es el rival. Hemos mejorado en cuanto a la defensa de área, el equipo mantiene una línea bastante buena y como el fútbol es equilibrio, nos toca buscarlo en el otro área”. Es decir, hacer gol y no marrar las cuatro ocasiones de las que el equipo dispuso frente en la pasada jornada. Por algo el equipo es el menos goleador del campeonato (21). Claro que pesa y muchísimo.
En el aspecto físico, la Sociedad contará con la baja de Ezkurdia por su expulsión, de Cova por ciclo de tarjetas y la duda de Manny que, según el vizcaíno, “lo va a tener muy complicado para llegar”. También ha reconocido que otros jugadores están en duda, a la espera del último entrenamiento este sábado y el posterior viaje hacia El Bierzo.
Un gigante con ganas de rugir
Enfrente estará una Ponferradina que es quinta con 53 puntos y viene de ganar al colista Rayo Majadahonda (0-1), para romper una racha de cinco encuentros sin ganar. Para Larrazabal, es un equipo “con una plantilla muy completa y buenos registros, que no han conseguido los resultados que podían conseguir”. Así que explica su cambio de entrenador, pues Íñigo Vélez fue destituido en la jornada 28 y en su lugar llegó Juanfran. “Esperemos que no hayan dado con la tecla el domingo pasado y nosotros, aprovecharlo. Tiene jugadores con mucha verticalidad, mucha experiencia, a ellos se le unen futbolistas dinámicos, con mucho criterio”, ha enumerado el vasco.
“Ficharon a Longo en invierno, que es un delantero muy completo. Ahí están Ernesto, Brais, no cuentan con Borja Valle (sancionado), pero tienen futbolistas de mucha calidad, de mucha categoría. En cualquier momento pueden inclinar la balanza de su parte e intentaremos que no ocurra”, ha afirmado el vizcaíno. Potencial desde luego tiene una Ponferradina recién descendida desde Segunda División y con ganas de volver a recuperar la categoría de plata.
