Hace ya casi dos meses, en plena campaña electoral, la candidata del PSOE nos llevó a almorzar unas alcachofas al bar La Quimera en el centro de Logroño. Allí, entre bocado y bocado, le preguntamos a Concha Andreu por los posibles escenarios que las urnas nos podrían deparar en La Rioja y por sus deseos. Echar un vistazo a la conversación con el paso de las semanas tiene su gracia. ¿Quién se podía imaginar lo que ha ocurrido ahora? Nadie. Y el que diga que lo sabía, miente.
Por un lado, ni en el mejor de los sueños del PSOE se podía haber pensado en que se iban a conseguir quince diputados en el Parlamento de La Rioja para rozar la mayoría absoluta (recordamos que está en diecisiete). Y al vaticinar posibles pactos, ni en los sueños más húmedos se podía haber pensado que Unidas Podemos obtendría dos asientos para hacer que las matemáticas fueran tan simples como sumar 15 + 2 = 17 y formar el próximo Gobierno.
Pues bien. Con todo el viento de los votos a su favor, la izquierda está a punto de darse un tiro en el pie para demostrar realmente que sí se puede. “Sí, se puede. Sí, se puede”. Sólo así se entiende que Concha Andreu vaya a iniciar este lunes su investidura con dieciséis apoyos de los diecisiete necesarios para convertirse en la primera presidenta de La Rioja. ¿El problema? Las tres consejerías que Podemos y la diputada Raquel Romero exigen al PSOE. Ni más ni menos. El resto, literatura y marejada política.
Volvamos al bar La Quimera, como comentaba antes, y saquemos un extracto del almuerzo con Andreu.
– No es lo mismo afrontar las elecciones pensando en que no hay posibilidades de ganar a pensar que se puede alcanzar la Presidencia.
– En las anteriores elecciones, en ningún momento pensamos que no había nada que hacer porque el PP iba a perder la mayoría absoluta y teníamos posibilidad de gobernar. Ahora, se puede dar la paradoja de que ganemos las elecciones y que no tengamos diecisiete escaños. Podrían pactar el resto. Hay que sacar más votos que el 28 de abril para ganar contundencia. Vamos a ganar, pero quiero hacerlo con contundencia.
Y es que el problema de las aritméticas, como ya adelantaba Andreu en esa entrevista con NueveCuatroUno y ha confirmado el secretario general del PSOE, Francisco Ocón, es que pueden convertirse en chantaje. Y ante esta tesitura, la líder socialista llega a la sesión de investidura de este lunes con un voto sin conseguir. Hay tiempo para seguir negociando, pero las posturas se encuentran muy alejadas todavía.
El calendario de las sesiones indica lo siguiente. Este lunes (15 de julio), Andreu expondrá en la Cámara las principales líneas de su programa para gobernar en La Rioja. Se ‘ventilará’ el discurso en algo más de una hora y se dará por concluida la sesión. El martes (16 de julio) llegará el jolgorio. Intervenciones de los portavoces de los grupos y primera votación, donde necesita una mayoría absoluta para ser investida (diecisiete votos o más).
En caso de no conseguir la mayoría absoluta, como está previsto, nos iríamos al jueves (18 de julio). Ese día, segunda votación. Para ser elegida presidenta, necesita una mayoría simple. Es decir, más votos a favor que en contra. Como el PP y Ciudadanos (dieciséis escaños) ya han adelantado su voto negativo, vuelve a necesitar diecisiete votos a favor, salvo que haya algún diputado azul o naranja que se salte la disciplina de voto y cambie su decisión al apoyo o a la abstención. Venga ese ‘Tamayazo’ ahí.
Si el Parlamento vuelve a rechazar la Presidencia de Concha Andreu, la lucha contra el cronómetro. El todo o nada. El momento en el que el reloj empieza a correr hacia las nuevas elecciones. El Reglamento de la Cámara indica que se podrán convocar sucesivos plenos de investidura durante los dos próximos meses, por lo que se supone que se convocaría en caso de que PSOE y Podemos llegaran a un acuerdo y tuvieran claro que forman Gobierno. Si no, la cuenta es bien fácil. Dos meses. Tic, tac. En septiembre, a votar todos otra vez.
