Iker Jiménez tiene un nuevo encargo en Logroño. La ‘Nave del misterio’ ha sido invocada para revelar las claves de un extraño fenómeno que se produce bajo el puente de la LO-20, entre los barrios de Los Lirios y Lobete de Logroño.
No, no hablamos de la aparición de cadáveres de roedores cada vez que caen cuatro gotas, sino de la presencia de un manantial de origen desconocido que brota de su estructura y provoca un panorama que ríase usted de las caras de Bélmez.
“Vamos a hablar de uno de los grandes misterios del barrio de Los Lirios”, anunciaba esta semana Enrique Cabezón, presidente de la asociación de vecinos de esta zona de Logroño. A través de un vídeo, muestra cómo “el cielo está azul y en la autovía de circunvalación no hay riego alguno. No ha llovido y, sin embargo, podemos ver en la pared cómo cae agua y deja una película de material y planchas de óxido”.
Disculpad la calidad del audio pero está grabado en riguroso directo: misterio digno de la @navedelmisterio, aguas no identificadas que caen desde una autovía en la que no hay riego en días soleados @AytoLogrono @DelGobenLaRioja @aavvloslirios @FEDVECINOSRIOJA @lariojaorg pic.twitter.com/q4mhAym8ty
— Enrique Cabezón (@elkbdice) 13 de junio de 2019
Iker Jiménez tiene el reto de averiguar la procedencia de ese ‘acuífero viario’, que mana “solo desde un punto central de la autovía”. “Entiendo que esto no hace ningún daño estructural al hormigón, pero es evidente que aparece óxido”, concluye Cabezon. Escalofriante, Carmen.