Que los ratones (como prácticamente todos los mamíferos) se llevan mal con el agua es algo fácilmente comprensible. Y, a tenor de las consecuencias, los roedores deberían evitar por todos los medios el trayecto entre Lobete y Los Lirios cada vez que los nubarrones asoman por el horizonte de Logroño.
Porque el presidente de la asociación de vecinos de Los Lirios, Enrique Cabezón, asegura que cada vez que llueve aparecen nuevos cadáveres de ratones bajo el túnel que une ambos barrios. Y para muestra, acompaña tal aseveración de la fotografía de uno de los animales ahogados.
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Los vecinos de la zona localizan el foco del problema en una parcela perteneciente a Adif que se encuentra abandonada a su suerte y en la que “la presencia de roedores ya es llamativa pero es inadmisible que las zarzas y hierbas invadan la acera e incluso se haya caído la puerta de uno de los solares aledaños a la vía del tren”.
