La Rioja

Un almuerzo con José Manuel Zúñiga: pulguita y caña con aires de Alcaldía

El candidato de Unidas Podemos a la Alcaldía de Logroño nos cita en el Café Moderno porque “aquí empezó todo”. No evoca José Manuel Zúñiga al espíritu centenario del local, sino al germen de Cambia Logroño que hace algo más de cuatro años creció en su bodeguilla. Mariano Moracia sale a su encuentro y pone en marcha la maquinaria de los recuerdos: “Estuvisteis todo un año, fue vuestro cuartel general. Yo creo que de aquí salió algo bueno”.

Aquellos cónclaves de “quince o veinte personas” desembocó en una confluencia que desembocó en cuatro concejales (el propio Zúñiga, Gonzalo Peña, Nieves Solana y Paz Manso de Zúñiga, relevada posteriormente por Marina Blanco). Ahora, la custodia de Cambia Logroño está en disputa: Unidas Podemos defiende que le corresponde por las siglas Izquierda Unida y Equo y Cambia LO se la atribuye por la vía de los independientes.

Sea como fuere, el candidato de Unidas Podemos lo tiene claro: “Estoy convencido de que seré el próximo alcalde de Logroño” porque “somos la auténtica alternativa verde”.

-Da la sensación de que la tensión social ha bajado notablemente desde las elecciones de 2015.

– Parece que ha disminuido totalmente por parte de toda aquella gente que participó en el 15-M. Supongo que el haber entrado en las instituciones y saber que hay alguien defendiendo lo que tú piensas hace que se desmovilice la actuación de calle, cuando no debería ser así. La movilización es imprescindible para seguir cambiando las cosas, sobre todo, si no se gobierna.

– ¿Les puede afectar esa distensión en las elecciones del domingo?

– Nosotros creemos que la desmovilización de la calle se puede compensar con que la gente te reconoce más al estar presentes en las instituciones.

– ¿Y la posible disgregación del voto con Cambia Logroño, puede pasar factura?

– Cambia Logroño no concurre a estas elecciones. Era una coalición municipal formada por Izquierda Unida y Equo que apoyaban los independientes. Aquella coalición desaparece en el momento en que se convocan elecciones y ahora se presentan personas independientes que adoptan el nombre de CambiaLO Municipalistas.

– Eso es tan cierto como que un importante número de electores va a asociar la marca CambiaLO con Cambia Logroño.

– Es un problema. Desde luego, a nosotros no nos gusta que haya dos candidaturas; pensamos que es una equivocación para las fuerzas de izquierdas. Se les ofreció a Cambia que se integraran en una lista de unidad pero no quisieron porque dicen que nosotros nos hemos salido, lo cual no es cierto.

– El sistema electoral, que distribuye escaños en función del porcentaje de votos, no premia la pluralidad de sufragios, precisamente.

– Restar, resta seguro, pero intentaremos que sea lo menos posible y estoy seguro de que el marco de acuerdos entre ambos se producirá si los dos entramos en las instituciones.

– Da la sensación de que también están más cómodos los candidatos de estas elecciones entre sí.

– En lo personal es cierto. Rubén (Antoñanzas) y Julián (San Martín) hemos compartido la anterior legislatura; Conrado (Escobar) es conocido por todo Logroño porque ha estado toda la vida en política; Isabel (María del Hoyo) es muy afable y Pablo Hermoso de Mendoza también acaba de llegar, pero es una persona muy agradable y además parece que nos ha quitado el discurso de lo verde, por lo que esperamos que nos ayude a conseguir la Ciudad Verde Europea.

– ¿Cambiará ese ‘buen rollo’ cuando toque defender sus posiciones en el pleno?

– Yo siempre digo que los plenos son como un circo donde pasamos de ser Conrado, José Manuel o Isabel al señor Escobar, el señor Zúñiga y la señora María del Hoyo. Nunca he entendido esa rigidez y creo que debemos darle una vuelta a la dinámica de los plenos porque son interminables y en este mandato pueden entrar siete formaciones políticas a la corporación municipal: podríamos estar 24 horas de pleno.

– Hábleme de expectativas: ¿cuántos concejales conseguirá Unidas Podemos el domingo?

– Yo soy optimista. Tanto, como que estoy convencido de que voy a ser el próximo alcalde de Logroño. Ahora hay partidos que se están subiendo al carro verde y parece todos son ecologistas, pero para votar copias es mucho mejor votar al original y nosotros sí que llevamos años defendiendo esos postulados. Ya hemos visto cómo muchas de las mociones que yo he llevado al pleno y se han aprobado contra el cambio climático no se han llevado a cabo. Somos el verdadero ecologismo y la alternativa verde.

– ¿Cómo valora la gestión medioambiental del Ayuntamiento en estos cuatro años?

– El PP no le ha dado ninguna importancia al medio ambiente; han pensado que con plantar césped en diferentes zonas es suficiente, cuando incluso eso supone un gasto de agua que no nos podemos permitir. Somos la segunda región con mayor desertificación de España y tenemos que ir a menos césped, más árboles y más huertos ecológicos. Por todos es conocida la fama arboricida de Jesús Ruiz Tutor y el Ayuntamiento no ha realizado una labor educativa necesaria sobre la gestión del arbolado en la ciudad.

– ¿Cómo va a convencer a los logroñeses para que dejen el coche en casa?

– Las personas que vienen de otros municipios deben aparcar en la periferia, pero eso implica establecer parkings en las afueras, aparcamientos de bicicletas y paradas de transporte público que acerquen a las personas al centro. En cuanto al tráfico interno, tenemos que hacer paseos peatonales que sean agradables y señalar cómo se puede acudir de un punto a otro de la ciudad a través de estos paseos. Logroño se recorre de punta a punta en media hora a pie y debemos decirle al ciudadano que no compensa coger el coche, porque en muchas ocasiones tarda más en aparcar que llegando al centro a pie o en autobús. Además, declararemos toda la ciudad ‘Zona 30’ para evitar el riesgo de sufrir atropellos y que esos atropellos sean menos graves.

– Imagine que solo le dejan aprobar una de sus propuestas en los cuatro próximos años, ¿cuál elegiría?

– Si salgo alcalde la primera medida será declarar la emergencia climática de Logroño. Eso implica que las mociones que hemos presentado estos cuatro años contra el cambio climático se van a empezar a ejecutar desde ya.

El almuerzo, a media mañana, consistió en una pulguita de jamón, una caña de cerveza, un botellín de agua con gas y un botellín de agua mineral. En total, 7,20 euros.

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