La Rioja

Sexo, dinero, vino y placeres riojanos de los futuribles clandestinos

Charla con candidatos al Parlamento de La Rioja sin hablar de política

Sorprende que representantes con posiciones tan opuestas ideológicamente como VOX y Unidas Podemos se entiendan, se vacilen. “Los de Vox somos gente normal”, reclama Nacho Asín, candidato por la formación verde al Parlamento de La Rioja. “¿Tú crees Nacho? Yo no he dicho que los comunistas seamos normales”, ríe Henar Moreno, número dos de Unidas Podemos al hemiciclo riojano. Se conocen personalmente, pero es un ejemplo de lo que puede conseguir un encuentro en el que no se habla política. Es la versión 26-M de los ‘Encuentros Clandestinos’ celebrados en Wine Fandango. 

Es tiempo de elecciones, en menos de 18 días llegan los comicios municipales, autonómicos y europeos, y de nuevo hemos movilizado a los ‘futuribles’, en esta ocasión al Parlamento de La Rioja. A los citados Asín y Moreno se unen Diego Bengoa por el Partido Popular, Santiago Urizarna del PSOE, Julio Revuelta del Partido Riojano y Pablo Baena de Ciudadanos. 

Teniendo en cuenta que serán ellos los que piloten la nave de La Rioja, hablando de La Rioja comienza el encuentro: ¿su lugar especial? “Empiezo yo”, se lanza Santi Urizarna. “Me gusta mucho el monte y el hayedo de Tobía es un sitio especial, me sirve para pensar”. “Diría Ezcaray, pero como me decís que me abstenga de hablar de mi pueblo… Me quedo con los meandros del Ebro, desde San Vicente a Briones, con el castillo de Davalillo al fondo”, subraya Diego Bengoa.

“De La Rioja destacaría más el conjunto, las costumbres…”, apunta Henar Moreno, que recuerda que ella nació en Vigo, pero se siente riojana. “Mis mejores recuerdos de la región son cuando era joven, ahora me conformo con recorrer las carreteras, me gusta coger el coche e ir por los Cameros, por La Rioja Alta y disfrutar de sus edificios”, cuenta Nacho Asín.

“Pasear por Cenicero me trae recuerdos muy unidos a mi padre, a mi vida, a amistades. El ‘chiquiteo’ típico… Y sí, también hace gracia que te digan: ‘mira la estatua de La Libertad”, ríe Julio Revuelta.

En la siguiente pregunta llega Pablo Baena -un desajuste de horarios felizmente solventado-. ¿Cómo desconectan de la política? “Me gustan las motos y restaurarlas; como una Vespa del 64 que arreglé. Otra de mis aficiones son las plantas, poner mis tomates, lechugas, cebollas; andar 30-45 minutos al día con mi mujer; la música indie…”, explica el candidato de la formación naranja.

“Me relaja pegar tiros en la Play Station, en juegos como el Assassin’s Creed”, admite Bengoa. “A mí me dio por el Pokemon Go, por eso de hacer algo con mi hija…”, añade Moreno. “Senderismo, lectura de novela y ensayo, así como el teatro -tanto verlo como interpretar-, son mis válvulas de escape”, explica Urizarna.

Revuelta cree más en mantener las rutinas que “te hacen feliz para no tener que desconectar… Por ejemplo, ir el sábado al cine con mi mujer y amigos, el viernes tomarme una hamburguesa o un paseo el domingo por la mañana”.

“Me decanto por ocupar la mente en otra cosa, no vaciarla. Me encanta la cocina, cocinaba desde pequeño en casa, la paella la hago yo. También recurro a audio libros o podcast antes de dormir; y, por supuesto, a la música: no solo para escuchar, sino también interpretar con la armónica, antes también guitarra, ahora no puedo”, enumera Asín. Ahí llega una nueva promesa: tras las elecciones habrá que probar sus dotes como chef con una paella.

Y si en algo coinciden casi todos es en cómo comienzan el día: leyendo noticias, escuchando la radio, madrugando como norma general. Unos oyen a Carlos Herrera, otros hacen ‘zapping’, otros a Jiménez Losantos “para activarte”, ríen. Asín es el más explícito: “Me levanto y empieza mi maratón de cafés, que pueden ser siete al día. Y también el de la gimnasia y rehabilitación; por la noche medito, rezo, me pongo podcast…”.

Es turno de la pregunta obligada por eso de ser riojanos: el vino favorito. “Me decanto por Ramón Bilbao crianza. Pero admito que no soy un gran entendido de vinos. Y cuando estás en Madrid dicen: ‘el vino que lo elija el de La Rioja…’, pero no todo el mundo sabe”, reconoce Baena.

“CVNE, Viña Alberdi… Vinos clásicos y del Barrio de la Estación de Haro, esa es mi preferencia”, declara Asín. “Soy más de cerveza, pero en vinos me quedo con Siglo, el del saco, con el que más conexión emotiva tengo”, cuenta Urizarna.

Henar Moreno se marca un chiste sobre Rioja y tras ello se posiciona: blanco de Muñarrate, también Lan a mano. “Viña Tondonia para situaciones especiales y Finca La Emperatriz”, añade Revuelta. Bengoa también es cervecero, pero “hay vinos que me gustan. Un buen ejemplo, La Montesa, de Álvaro Palacio, en Alfaro”.

Se va abriendo el apetito y es momento de hablar de gastronomía. “Pasta, patatas con chorizo, me gusta comer. Además, en Logroño tenemos buenas tapas aunque me da pena que se esté perdiendo lo de la especialidad única en cada bar, solo quedan los ‘champis”, reclama Henar Moreno.

Otros mezclan estilos, como Urizarna: “Cocido madrileño, porque mi madre era de Madrid, pero también como riojano las chuletadas”. Asín ya ha dejado muestras de que le gusta la cocina y lo certifica: “Platos de cuchara como caparrones y pochas, marisco, chuletillas, guisos, etc.”. Baena es de carne, ya sea de vaca o hamburguesas de Kobe.

“Como de todo: verdura, chuletillas al sarmiento… Pero cuando quiero hacer excesos soy de callos, morros, casquería, con eso es con lo que disfruto; untar caracoles…”, se sincera Revuelta. Y surge una de las anécdotas divertidas. “Julio, pues hay un sitio donde ponen unos callos increíbles y jamás imaginarías que es así: un bar en el Simply de Calvo Sotelo”, le reta Baena. “¡Qué me dices!”. Revuelta no cabe en su asombro y dejan pendiente el ir a probarlos.

Pero hablando de comida le sale a Bengoa su vena más de Ezcaray. “Cuando vives en la meca de la gastronomía, como es mi caso…”, arranca a decir entre las carcajadas de todos los presentes. “Pues, eso, que es difícil destacar algo, pero me decanto por los caparrones de doña Vicenta en el Masip, con carne de vaca…”, está salivando.

Y tanto hablar de comer, un buen postre a este Encuentro Clandestino es ponerles en una tesitura: la que sufren los entrevistados por Broncano en La Resistencia de Movistar+. Es decir, ¿cuánto dinero tienen en el banco y cuántas veces han hecho el amor en el último mes?

Asín se lanza, no tiene pelos en la lengua: “Ni la una ni la otra me preocupan. No sé cuánto dinero tengo en la cuenta… lo mío es una locura, no llevo nada encima… ni llaves… nada… mi mujer Concha que es lo mejor, es la que me lo gestiona. Respecto a lo otro… diré que disfruto de la vida, pero no llevo la cuenta”.

Urizarna sigue: “Unos 3.000 euros y ninguna en el último mes”. Moreno, su turno: “No sé cuánto dinero… de lo otro, no me acuerdo”. Llega el momento de Revuelta, regatea a lo Messi, aunque hay muy pocos culés en la mesa, de hecho, hay cierta sorna por la debacle en Anfield. “Como cantaría Luz Casal, ‘el amor es un misterio, que importa solo a dos“, suelta el regionalista. “Julio, una cosa es el amor y otra el sexo”, le precisa Henar. “Pero llegado a un punto es todo cuestión de amor”, ríe Revuelta que sigue con lo económico. “La verdad que estoy en un posición cómoda, con mi sueldo de funcionario, las hijas criadas e independientes…”.

¿Y los jóvenes del grupo cómo lo llevan? “Pues en el último mes… Qué quieres que te diga, siendo soltero, dedicado a la política cómo estamos ahora de atareados… Apunta mi teléfono, que igual conviene”, dice Bengoa ante las risas de los presentes. “Del dinero, pues para hacer un viaje me da y si me escapo con alguien, mejor”. Baena admite que “en los dos casos, menos que lo que me gustaría: tengo dos cuentas, y tendré tres mil y pico euros”. Y, ¿de lo otro? “Bueno, no voy a decir que estoy mal, estoy contento…”.

Es hora de ir terminando. De nuevo hay porra sobre lo que estiman que va a ocurrir, pero hay un juramento de guardar silencio hasta que todo se resuelva: a ver quién paga el vino que acompañará la paella que Nacho Asín ha prometido preparar… Solo por ese momento de matemáticas para distribuir los 33 escaños, por las risas en algunos comentarios, por los detalles de sinceridad y por haber pasado más de una hora sin hablar de política a las puertas de una campaña electoral, solo por eso, el encuentro merece la pena.

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