La Rioja

Un retrato para alertar sobre la despoblación

Un recorrido por la región durante seis meses nos ha servido para hacer un retrato, con intención, de nuestra tierra y sus gentes

Seis meses y un porrón de leguas se han calzado desde septiembre María Casado y Clara Larrea. Tenían el encargo de radiografiar La Rioja a través de una serie de retratos de sus habitantes. Una, con la pluma. La otra, con la cámara. Y aquí está el resultado, en el número dos de 941, que llega esta vez en forma de recopilatorio de conversaciones.

No se trata de un estudio antropológico ni de un análisis científico. El objetivo era más simple: mostrar a través de una veintena larga de encuentros con mujeres y hombres que es posible desarrollar una vida plena en el entorno rural. Plena en lo laboral y plena en lo personal.

Sí se trataba de romper estereotipos, de verificar que en los pueblos y ciudades de La Rioja hay personas muy interesantes con proyectos más interesantes aún. De desterrar de nuestras cabezas que solo en las grandes urbes fuera de La Rioja hay un futuro mejor. De demostrar a nuestros jóvenes que cualquiera de los 174 municipios riojanos puede ser su particular Silicon Valley. De hacer un ejercicio de validación encontrándonos con esas personas que ya han decidido que su vida está y estará en su tierra, en La Rioja.

Este es uno de los grandes retos que debe afrontar nuestra región en el futuro inmediato: evitar su despoblación e impulsar el desarrollo de las zonas rurales a través de personas dispuestas a vivir y trabajar en ellas. Sirva esta revista como catálogo de ideas y ejemplos para quien quiera animarse.

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