La Rioja

El emotivo adiós del médico que deja el cargo en Arnedo por jornadas de 31 horas

Tras una dura decisión, ahora llega el duro momento de las despedidas. Javier Yuste, el médico de Atención Primaria de la zona de salud de Arnedo que decidió abandonar el puesto por sentirse incapaz de abordar jornadas de hasta 31 horas seguidas, ha querido decir adiós a sus pacientes con una emotiva carta en la que razona los motivos que le han llevado a tomar esa decisión.

Tal y como ha difundido el diario Noticias de Arnedo, Yuste agradece a los vecinos y compañeros que le han hecho sentirse “como uno más del pueblo” desde que llegó al centro de salud y siente “en el alma” que los enfermos vuelvan a tener que cambiar de facultativo. Este es el contenido íntegro de su misiva, pegada en la puerta de su consulta:

“Estimados pacientes:

Aunque es muy posible que en los próximos meses hubiera dejado esta consulta por un nuevo destino, quiero informaros del motivo por el que he decidido precipitar mi marcha.

Como sabéis, las guardias de la noche en el Centro de Salud de Arnedo las ha estado cubriendo un equipo médico diferente al de las mañanas; por diversos motivos (que podéis preguntar) a partir de ahora van a ser vuestros médicos de cabecera y refuerzos quienes las tengan que hacer, empalmando un día con el siguiente. Veis a diario en la consulta la presión que tenemos por las mañanas, parecida a la que hay por las tardes en urgencias de 10:00 a 21:00 horas.

He solicitado el cese por considerarme incapaz de abordar en condiciones óptimas una jornada de 31 horas cara a un público que acude por motivos de SALUD. Recordad que a muchos de vosotros os he aconsejado no estresaros en el trabajo: se debe ser un ‘buen empleado’, pero sin llegar al límite.

Siento en el alma que otra vez vayáis a cambiar de médico. Perdonad los errores que haya podido cometer y los asuntos que por la precipitación se hayan quedado sin resolver juntos.

También quiero agradecer el trato recibido, tanto por los compañeros del Centro de Salud como por vosotros; desde el principio me sentí  como si fuera del pueblo. Y por último también quisiera agradecer públicamente la ayuda recibida por vuestra enfermera, especialmente las difíciles primeras semanas. Sin embargo, en esto no me extenderé más porque todos conocéis su profesionalidad y buen hacer.

Cuidaos mucho y un saludo especial para los que actualmente están en el hospital o los que no pueden salir de sus casas.

Un abrazo fuerte y hasta siempre.

Arnedo (La Rioja), febrero de 2019

Javier Yuste”.

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