Para que algo se convierta en ‘un clásico’ tiene que pasar un tiempo… Pero siempre hay casos especiales como, por ejemplo, la degustación multitudinaria que ofrece la Federación de Peñas de Logroño en El Espolón, que en diez ediciones es ya un habitual de los sanmateos.
Así, un año más, este domingo, el paseo del Príncipe de Vergara se ha llenado de familias, sobre todo, pero también de grupos de amigos para tomar el vermú de otro modo: al estilo peñas logroñesas. Entre ellas hoy mucha presencia infantil ayudando como sus mayores: es cuestión de ir haciendo cantera y también de dar relevos a los de mediana edad tras un día intenso como fue para mucha gente el cohete.
En total, nueve pinchos de las consiguientes peñas: bollo ‘preñao’ de La Simpatía, el primero en acabarse; el champiñón de la Peña La Uva; la seta con jamón de Peña La Rioja; las patatas bravas de la Peña Logroño; el queso de cabra con paté, de Los Brincos; el salchichón de La Unión; las migas de la Peña Aster; el pepito de lomo de la Peña La Alegría; y la presa de la Rondalosa.
En cómputo general, más de nueve mil raciones han sido repartidas (unas mil por pincho). Pero como marca la tradición riojana: los pinchos van acompañados de buena bebida, y en este caso también se ha podido degustar vinos de variadas bodegas.
Después era cuestión de organizarse: algunos comían de pie, otros sentados en los bordillos… Pero casi todos han tenido que hacer filas. Y es que esa era la imagen mientras se paseaba por El Espolón en la mañana de este domingo: filas y filas, pero todas con una sonrisa al final, la del que consigue un buen vino o un buen pincho para ir haciendo boca, que solo es el segundo día y ¡queda mucho!
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