La verdadera grandeza de la comunicación es que no requiere de palabras para emocionar al receptor del mensaje. Bien lo sabe la familia logroñesa de Pornchai, uno de los doce niños de Tailandia que permanecieron dieciocho días atrapados en una cueva tras verse sorprendidos por las crecidas fluviales.
Ya a salvo en el hospital, Pornchai aprovechó que las cámaras de televisión fueron a tomar imágenes para hacer un gesto que arrancó un buen puñado de lágrimas en Logroño. Pulgar, índice y meñique extendidos en ambas manos; corazón y anular plegados. Una expresión sin palabras que podría significar una ofensa ante el receptor equivocado, pero que lo significó todo para sus tíos riojanos.
Porque el gesto no significa otra cosa que “te quiero” en el lenguaje de signos, ya que los parientes de Pornchai son sordomudos. “Imagínate la alegría de verlo en la televisión”, explica su tío a un equipo de Informativos Telecinco. Su tía paterna señala que mientras ha durado el rescate el contacto ha sido diario con su hermano, ya que “estaba en una situación de desesperación por no saber si su hijo estaba o no vivo”.
Por fortuna, la historia de los niños tailandeses ha tenido un final feliz y se ha podido plasmar en un gesto con las manos que ha calado hondo a más de 12.000 kilómetros de distancia.
