Hay mañanas en las que uno se levanta sin ninguna intención de delinquir, pero el día le va llevando por caminos inevitables hasta que acaba cruzando esa fina línea entre el mundo legal y el que te dirige hacia el presidio. Hoy ha sido uno de esos días. Qué le vamos a hacer. Hay que tomar las cosas como vienen y no pararse a pensar mucho. En la duda está la falta de acción. Y que viva la libertad de información.
Nada más ordenar la juez el ‘secuestro’ de Fariña, esa obra en la que el periodista Nacho Carretero profundiza en la historia del narcotráfico gallego, me acordé de que el libro era una de mis múltiples tareas pendientes. Bombilla encendida. “Si lo quería haber leído yo…”. Así que bajé de casa a Gumersindo Cerezo con lo puesto. “Hola”. Pero no estaba. Se había agotado hacía tiempo y no había previsión de que trajeran más: “Tardará bastante en llegar, quizás algunas semanas”. Nada sabían entonces de ningún embargo judicial.
Un día más tarde, al pasar de nuevo por delante del escaparate, veo el libro de moda alumbrar todo el establecimiento entre lo último de Antonio Muñoz Molina e ‘Insultario’, una recopilación que ha hecho la editorial ‘Pepitas de Calabaza’ de dos arnedanos (José Antonio Ruiz Gracia y Ángel María Fernández) que se hace preguntas como esta: “¿Puedes creer que la tela que nos pasan por encima en la peluquería no sea para masturbarse tranquilamente mientras te cortan el pelo?“. Otro libro que va directo al juez como los alborotadores al despacho del director.
Entre esos pensamientos, además de rechazar el contrabando del compañero Sergio Moreno…
Tengo Fariña. Lo presto.
— El Radionauta (@smorenolaya) 20 de febrero de 2018
… he entrado a la emblemática librería de la calle Portales para preguntar por ‘Fariña’. “Pues hoy sí que lo tenéis”. “Ha llegado hoy mismo”. Unos 18 euros. Delito consumado. A la cárcel. A la hoguera. Y en el Facebook de Gumersindo, un grito de libertad: “Nuestra intención, además de nuestra obligación, es seguir con su venta”. El resto de librerías de la ciudad también lo han recibido o lo van a recibir. Van a actuar como si nada.
Nacho Carretero, dale las gracias a la juez.
