La Rioja

La Navidad logroñesa no dura todo el año, pero sí hasta febrero

Logroño parece haberse propuesto en 2018 apropiarse del dicho popular de ‘ya estamos en Haro que se ven las luces’. Este arranque de año tiene que estar siendo una tortura para todos aquellos que afirman que la Navidad les pone tristes, porque en la capital riojana algunas de las luces navideñas están próximas a echar raíces.

A principios de semana el portavoz del Ayuntamiento, Miguel Sáinz, tuvo que dar cuenta de la permanencia de estas instalaciones en la sección semanal en la que responde a las preguntas de los oyentes de Radio Rioja Cadena Ser. Fueron varios los vecinos que se interesaron por este asunto y el concejal ofreció unas primeras explicaciones acerca del motivo que mantiene las luminarias en algunas vías de la ciudad.

“Es verdad que todavía está puesta la luz navideña y la empresa tiene que ir quitándola poco a poco”, explicaba Sáinz, detallando que “hay un plazo para retirarla pero es bastante generoso”. De hecho, ese plazo se extiende hasta el miércoles de la próxima semana, según establece el Consistorio.

“Retirar la iluminación rápidamente en toda la ciudad tendría un coste bastante alto para la empresa adjudicataria y eso repercutiría al Ayuntamiento”, explicaba el portavoz municipal, añadiendo que “nosotros preferimos gastar más dinero en que la monten bien y sea bonita a que nos cueste más quitarla”.

Y aunque la desinstalación de las luces se ha agilizado en las últimas horas, todavía permanece visible en algunos puntos de la ciudad, como en la calle Marqués de Vallejo o en la rotonda que conecta Jorge Vigón y Vara de Rey, en la que sigue apuntando al cielo el árbol navideño que se instaló a mediados de noviembre.

En la noche de este martes los operarios de Ximénez, la empresa concesionaria del servicio, terminaban de retirar los paneles de calles emblemáticas de la ciudad, como Portales, Calvo Sotelo o la Avenida de la Paz. Eso sí, para aquellos que marcan las navidades como su época favorita del año en Logroño tienen un destino ideal: aquí dura dos meses.

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