La Rioja

“Los menores no entienden que les pueden rechazar en un trabajo por su huella digital”

Foto: Intel Free Press (Flickr)

Pocos asuntos inquietan más a los padres, especialmente a aquellos que no han crecido al ritmo de la revolución digital, que la seguridad de sus hijos cuando empiezan a familiarizarse con las nuevas tecnologías. ¿Qué precauciones tomar?, ¿es necesario establecer un horario de uso para internet?, ¿antes de qué edad no es aconsejable comprarle un móvil a mi hijo?

Son algunas de las dudas que asaltan con frecuencia a los padres más previsores y, con el propósito de solventarlas, hablamos con Javier Guerrero, perito judicial en Seguridad Informática y director de Resolutive TIC, que ofrece el próximo lunes (a las 18 horas, en el Centro Ibercaja La Rioja) la conferencia ‘Internet seguro para todos’.

Foto: Verkeorg (Flickr)

-¿Cuáles son las ideas básicas que intentará trasladar a los padres durante su charla?

-En la conferencia empezamos hablando de la cuarta revolución industrial y del ‘internet de las cosas’. Para el año 2020 se estima que el 75% de los dispositivos de nuestro entorno estarán conectados a internet y por eso es necesario saber cuál es el mejor uso que podemos darle a ‘la nube’. Nuestros hijos son nativos digitales y nosotros no los somos; por ello intentaremos dar algunas pautas de sentido común y normas de uso de los dispositivos, porque existen riesgos en la red y está aumentando su uso delictivo.

-Porque huir del avance de la tecnología no es una posibilidad.

-Es inevitable. Ya no te venden un coche por su cilindrada, sino por estar conectado a la red. O estás conectado o no eres nadie y todos tenemos redes sociales porque prácticamente todos tenemos WhatsApp. Lo importante es conocer que existe una Ley de Protección de Datos y que a menudo incumplimos sin saberlo, por ejemplo difundiendo ciertos contenidos a través de WhatsApp.

-Los menores se manejan ya mejor que nosotros en las redes, aunque el problema está en valorar las consecuencias de su uso.

-Estamos viendo ya las consecuencias que conlleva la ‘huella digital’. Un equipo de fútbol puede expulsar a un jugador o renunciar a ficharlo por algo que tuiteó hace años y a los políticos les pasa lo mismo; se les recuerda algo que escribieron hace tiempo y que tiene consecuencias negativas para sus intereses mucho después. Lo que los menores no alcanzan a entender es que el día de mañana pueden ser rechazados en una entrevista de trabajo por alguna frase inapropiada en su huella digital.

-¿Y qué se puede hacer para que sean conscientes de ello?

-Educación; todo pasa por la educación. Al igual que a nosotros nos enseñaban de pequeños que al cruzar un paso a nivel hay que esperar a que se levante la barrera y mirar a lado y lado antes de emprender la marcha; ahora el escenario es diferente. La propia inspectora jefe de la unidad de ciberdelitos de la Policía emplea un símil: “Darle un móvil a un niño de 10 años es como darle un coche a 200 km/h”.

-¿Cómo podemos deducir que nuestro hijo está ‘derrapando’ con ese coche desbocado?

-Hay síntomas físicos y psicológicos que nos indican que algo puede estar fallando. Cada vez son más los pediatras que detectan cuadros de fatiga visual, problemas de espalda o anomalías psicomotrices. En el plano psicológico, los chicos que sufren episodios de ‘ciberbuylling’ suelen volverse más retraídos y a veces también se traduce en peores notas escolares.

Foto: Olli Henze (Flickr)

-En esos casos, ¿qué se puede hacer? Hay quien asegura que denunciar no resuelve el asunto en profundidad.

-No existe la inmunidad a través de internet, que nadie se haga líos. Todos dejamos un rastro en la red y los delitos informáticos son posiblemente los más sencillos de acometer. Entre otras cosas, porque hay cuerpos policiales especializados en perseguirlos y porque el número de delitos de este tipo se ha multiplicado. En 2011 se abrieron en España 6.500 procedimientos y el año pasado fueron 66.586 (un aumento del 1000% en cinco años). La ventaja es que cada vez es más sencillo pillar a los malos.

-Es una de las dudas frecuentes: ¿a qué edad le compro un móvil a la criatura?

-Pues en España, de media, le compramos un teléfono a nuestros hijos cuando tienen 9,8 años, es decir, cuando celebran la comunión. Y si lees la letra pequeña de los juegos y aplicaciones que más usan se indica con claridad que algunas son para mayores de edad porque se pueden realizar compras a través de ellas o porque, en el mejor de los casos, brindamos a esa compañía todas nuestras imágenes para que hagan negocio con nuestros datos.

-Entonces de comprarle un móvil a nuestros hijos para tenerlos localizados, ni hablar.

– El juez de menores Calatayud está a favor de prohibir los móviles en el colegio y yo creo que, como mínimo, debemos plantearnos para qué quiere nuestro hijo el móvil y si existe alguna alternativa para ello. Por ejemplo, para saber si el niño ha llegado al colegio o al entrenamiento existen teléfonos geolocalizables que nos indican en tiempo real dónde se encuentra.

-La tecnología también abre un mundo de posibilidades positivas, eso sí.

-Como recurso pedagógico es brutal; existen canales de Youtube específicos para divulgar, por ejemplo, las matemáticas. Hay mil posibilidades para emplear estos recursos con el objetivo de fomentar la creatividad de los alumnos, pero es importante racionalizar el uso del móvil y saber cómo manejarse en este universo.

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