La Rioja

¿Con quién estás hablando?

Cada etapa de la vida tiene sus particulares dificultades, pero la adolescencia es quizás la que más ‘problemas’ entraña por la cantidad de cambios que se dan en muy poco tiempo. El paso a la vida adulta es una transición donde se adquieren multitud de hábitos que marcan a las personas para el futuro y, por supuesto, entraña ciertos riesgos a corregir en ese momento, prácticamente en el origen de las malas conductas.

La violencia de género no escapa a esta tendencia. De hecho, recientes estudios han señalado que uno de cada cinco españoles (21,2%) de 15 a 29 años están muy o bastante de acuerdo en que la violencia de género es un tema “que está politizado” y que “se exagera mucho”. Y más de uno de cada cuatro (27,4%) señala que es una conducta “normal” dentro de la pareja.

Aspectos como vigilar el móvil, controlar a la pareja o los celos no los incluyen dentro de la violencia a no ser que sean preguntados de forma explícita. Al hablar de violencia de género se refieren exclusivamente a agredir o a insultar. Uno de los síntomas que antes se manifiesta en ese control, sobre todo por parte de los hombres hacia las mujeres, se da con los móviles y las redes sociales.

El control del móvil

¿Con quién estás hablando? ¿Por qué das ‘me gusta’ en esta publicación? Es la ‘práctica’ que esta semana han afrontado varios alumnos del Grado de Educación de la Universidad de La Rioja en un taller de ‘buenos tratos’ con una pareja ficticia que rondaría los 18 años.

“Si la novia no habla con otros chicos, así estás más tranquilo”, comenta uno de ellos. ¿Y por qué? “Eso es porque él es inseguro”, apunta una de sus compañeras, al tiempo que otro joven dice que “él puede creer que ella es suya”. ¿El problema? El control. ¿La causa? La desconfianza. “Él se ha puesto en la piel de por qué hace ella eso”, indica otro chico, dejando entrever que no habría motivos para que hablara con personas del sexo opuesto si ya tiene novio.

Preguntados si hay razones para que el hombre ejerza una posición de dominio en la relación, los cerca de veinte estudiantes responden que no y que se trata de una falta de respeto. La teoría la tienen clara. Entonces, ¿por qué se dan estos problemas? “Puedes tener celos porque ya te han hecho daño alguna vez y no quieres que te lo vuelvan a hacer”, dice una chica.

Sus propuestas de resolución de este conflicto son sencillas. “Yo trataría de hacerle ver que no le he dado ninguna razón para que desconfíe de mí, al igual que yo de él. Y si no cambian las cosas, tendría que dejarlo”, concluye uno de los grupos de la práctica. Es más o menos la misma respuesta que dan todos, mientras la educadora apunta que una relación se basa en la confianza y en el respeto: “Sobre estos dos puntos es donde se debe trabajar desde el principio”.

Los estereotipos

El problema, apunta la pedagoga del Centro Asesor de la Mujer de La Rioja, María Fernanda Gil Nájera, es que los jóvenes creen que deben cumplir con un modelo de masculinidad-feminidad y con un modelo de conducta amorosa concretos:

– Para los hombres: fortaleza, valentía, agresividad, individualismo, frialdad, promiscuidad, independencia, mundo productivo, capacidad de seducción, ser el cabeza de familia…

– Para las mujeres: debilidad, docilidad, empatía, fidelidad, dependencia, cuidado de la casa, ser seducida, rol pasivo, ser una princesa…

¿Crees que la sociedad actual exige a los hombres y las mujeres deben cumplir con estos estereotipos? La respuesta es contundente en los jóvenes riojanos: sí. “Esto falla (siempre acaba fallando) y entonces llega la frustración, el conflicto y la violencia”, explica Gil Nájera, apuntando que el hombre se ve desplazado del sitio que cree debe tener en la sociedad, pero no llega a entender que no es así. ¿Y cómo afrontarlo? “Simplemente ese sitio que debe ocupar tiene espacio para más gente”.

*Si estás siendo víctima de violencia de género, no lo dudes y pide ayuda. Llama al 900 71 10 10 y explica tu situación.

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