La Rioja

Chema Purón: “Si llegan a escuchar a Andrés Pascual me dan un Oscar de Hollywood”

El compositor Chema Purón (Logroño, 24 de marzo de 1951) ha recibido este viernes el Galardón de las Artes de La Rioja 2017 en San Millán de la Cogolla, donde ha señalado que este premio le hace “muchísima ilusión”, no sólo por lo que supone de reconocimiento a su trayectoria sino por esa mención explícita a la “generosidad y entrega a las causas sociales”.

El conocido escritor Andrés Pascual, sobrino del cantante, ha sido el encargado de iniciar el acto para señalar que su tío se merece este galardón por sus “mil canciones cantadas por voces míticas”: “Lo mereces por los premios que has recibido con esa sonrisa que susurra ‘Procura ser tan grande que todos quieran alcanzarte, pero tan humilde que todos quieran estar contigo'”.

“Pero si mereces este galardón por algo, es por tu arte… de vivir. Porque disfrutas cada momento no como si fuera el último sino como si fuera el único. Intensamente, con la espontaneidad de los niños y la serenidad de los anciano. Con esa sencillez de quien se agacha a coger una concha en la playa y se alegra tanto como si hubiera encontrado un zafiro o un rubí”, ha añadido.

Tras realizar los agradecimientos institucionales, Chema Purón ha bromeado con su sobrino señalando que “es un lujo tener en la familia un escritor de éxito” y que si necesita cualquier día una canción, se la debe. “Tras mucho bucear en mi vida, han encontrado méritos suficientes como para decidir que era merecedor de este premio… y eso que todavía no habían escuchado a Andrés Pascual, que si llegan a hacerlo, no solo me dan el Galardón de las Artes sino un Oscar de Hollywood”, ha comentado, provocando las risas de los presentes.

Lo único que siempre ha intentado, ha explicado el compositor, ha sido que cada canción “fuera capaz de emocionar un poco más que la anterior” y que en cada concierto, o en cada disco, el público tuviera esa sensación de que por su parte lo había dado todo: “Y así, de pronto, llega un momento en el que, sin esperarlo, sin buscarlo, sin que exista ninguna razón especial, la balanza en la que se va depositando el esfuerzo, la ilusión y los pequeños logros de cada día, se inclina a tu favor, equilibrando el peso específico de un premio en el que, sólo viendo algunos de los nombres de quienes me han precedido, no puedo por menos que comenzar a sentirme minúsculo y a preguntarme qué he hecho yo para merecer esto”.

“Y de repente, ahí estoy yo, colándome entre todos ellos, simplemente por haber seguido mi vocación… una vocación que ya se empezaba a vislumbrar cuando, con apenas dos o tres años me llevaban los domingos al Espolón y no había modo de arrancarme de delante del quiosco de música hasta que la Banda Municipal no acababa su actuación, cuando con seis años entré en la Rondalla de los Maristas y aprendí a tocar mi primer instrumento, la bandurria. Cuando con trece, en el Colegio Sagrado Corazón, con Miguel García Gil, mi compañero de clase y hoy ilustre Notario de Madrid, pedíamos un permiso especial para quedarnos en clase, aprender juntos algunos acordes de guitarra y ensayar las primeras canciones… aquellas que nos llevarían a los festivales de música que muchos de vosotros aún recordaréis en los cines Sahor, Atenea, en el Teatro Bretón, o en el desaparecido Educación y Descanso”, ha proseguido.

Las palabras más emotivas han sido para su mujer, Gloria, quien con sólo 15 ó 16 años comenzó, no sabe si consciente o inconscientemente, a “hilvanar” su vida con la del cantante: “Y cuando llegó el momento, te subiste conmigo, quizá un poco a empujones, a un tren con destino desconocido”. Y tras repasar las dificultades de la vida del artista, el último capítulo ha sido para La Rioja.

“Llevo mucho tiempo diciendo que, por encima del vino, de la historia, de los paisajes y de la gastronomía… el mejor activo que tiene La Rioja es su gente… los propios riojanos”, ha apuntado, para destacar que esta región le ha dado a él y a todos los que han nacido en ella “un carácter, una forma de ser, unos ojos que hacen ver la vida a través de un prisma diferente a los oriundos de otros lugares. No somos ni mejores ni peores… simplemente, somos nosotros mismos”.

“En otoño de este año se cumplen cuarenta años de la salida de mi primer disco… aquel en el que yo escribí aquellas frases que, quién me lo iba a decir entonces, cuarenta años después sigo y seguiré pregonando a los cuatro vientos: lo llevo dentro, donde quiera vaya, lo llevo dentro, a mi pueblo, sus gentes y mis recuerdos“, ha concluido.

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