Nueve meses exactos. Esos son los que han pasado desde que un sábado noche nos liáramos con una exclusiva. Durante este tiempo hemos ido preparando la habitación, que nos ha quedado aparente, luminosa y ordenada. En azules. Será que es niño. Esperamos que os parezca tan guapo como a nosotros.
Hace nueve meses saludábamos con un muy riojano ‘¿Qué vida?’ y con una declaración de intenciones sencilla: “Contar, por todos los medios posibles, la actualidad de nuestra tierra“. Hoy damos a luz esta web, que no es nada más que otro paso en esta modesta aventura periodística y riojana.
Pretendemos ganarnos la vida con ello y por eso necesitamos de la complicidad de nuestros paisanos. De vosotros. Ya sois más de 1.500 los que cada mañana recibís El Tempranillo (suscríbete aquí si aún no lo recibes) y esperamos que sean muchos más en los próximos meses. En Twitter hay más de 3.000 personas que nos siguen y en Facebook aparecemos en el muro de casi 1.300 seguidores. Sí, no son los números del New York Times, ni tampoco hemos agradecido en Twitter a cada suscriptor como nuestro paisano con ‘El Español’, pero en ninguno de esos dos sitios están gozando tanto como nosotros. Y tiempo al tiempo 🙂
Durante el embarazo hemos hecho alguna cosa rara, como poner a Rubén Antoñanzas a hacer el pino (gracias) o al secretario de Organización del PSOE a tirar de emojis para responder una entrevista (gracias). Hace unos días resumimos ‘el año en el que nacimos peligrosamente‘. Ahora que el niño ha nacido queremos hacer esas cosas raras más a menudo. Si nos seguís, lo veréis.
En las secciones de esta web recién nacida, y pensada para que se consulte en el móvil cuando quieras saber qué esta pasando en La Rioja, encontraréis nuestro ADN. Tenemos una sección La Rioja y otra Deportes. También una destinada a las firmas que nos acompañen. Claro. Pero le hemos hecho hueco destacado a dos cosas que creemos esenciales: el Rioja y la N-232. De eso vamos. De contar La Rioja.
Los cuatro locos tenemos nombre y apellidos. Manuel M. Cascante, rescatado para la logroñesidad hace no mucho después de una dilatada carrera periodística en la capital del Reino, en la de Marruecos o en el DF, siempre bajo la bandera del ABC; Rubén Vinagre, experto en demasiadas lides periodísticas como para desaprovechar su talento; Manuel Martín, uno de los periodistas de más raza y con más ganas que uno haya conocido; y el que suscribe, que es más alto que los otros tres. Durante el embarazo hemos disfrutado tanto o más que aquel sábado noche, hace nueve meses, en el que nos acostamos con una exclusiva.
Gracias por acompañarnos en esta aventura y disculpadnos si en estos primeros días alguna cosa no funciona como debiera.
