Javier González, nuevo gerente de la SD Logroñés, ha prometido este martes que su deseo es poder hablar con la prensa riojana cada mes y medio. Máximo dos meses. Treinta minutos de intervención en los que ha explicado, además del desajuste económico actual “de entre 50 ó 60.000 euros”, su radiografía del fútbol logroñés, con unas cuantas bilbainadas, a pesar de haber nacido en Portugalete.
“Somos la entidad deportiva con más prestigio de toda La Rioja”, ha indicado. “Si alguien me tiene que decir lo contrario que me lo diga”, ha continuado. A buen seguro, con tan pocos días en Logroño, no ha tenido tiempo de pasarse por el Palacio de los Deportes y charlar con los responsables del BM Logroño-La Rioja, equipo que juega en Asobal, que compite en Europa, que lleva a casi mil espectadores a sus gradas, y que prácticamente iguala en presupuesto a la SDL.
Igual se hubiera encontrado de camino con algún miembro de la directiva del CB Clavijo, que está compitiendo esta temporada en la segunda división del baloncesto masculino español, por tanto, a tan solo un paso de la ACB, una de las principales ligas de Europa. O el Haro Rioja Voley, que juega en la máxima categoría de este deporte. Seguro que conoce bien su trayectoria, pues no hace mucho tiempo estuvo trabajando unos pocos meses en el Haro Deportivo. O mirar desde su despacho en Las Gaunas al número de aficionados que acude a este estadio cada vez que juega la UD Logroñés. Una bilbainada que en La Rioja no se sostiene en término sociales, económicos ni tampoco deportivos.
Bilbainadas para levantar los ánimos. Porque la situación no parece sencilla: “La temporada se cerrará con un desajuste presupuestario de 50.000 o 60.000 euros”. Nada que no se pueda arreglar con un chute de optimismo: “Hacemos un escote, y yo creo que entre todos lo cubrimos”.
En solo 42 días, Javier González ya tiene clara la radiografía del Logroño futbolístico. “Me ha llamado un montón de gente, os puedo enseñar mi móvil. De equipos como el Utebo y otros de Segunda Federación. De sus jugadores que quieren venir aquí. Porque Logroño llama -la atención- a todo el mundo”. Y se ha hecho una pregunta a sí mismo: “¿Qué es lo que pasa?”. Y se ha respondido: “Que a otro club de Logroño -por la UD Logroñés-, le llaman también porque aparte de ser de Logroño, pagan”. Y sin embargo, “aquí -por la SD Logroñés- hay que luchar porque también es Logroño pero no pagamos”. Contratiempo importante en su objetivo “de profesionalizar más la entidad”. Porque salvo él, que no cobra nada: “No gano nada, solo por objetivos”, el resto de profesionales, de la rama que sea, tiene la sana costumbre de cobrar por su trabajo: médicos, fisios, entrenadores, jugadores e incluso algunos presidentes.
Tras 42 días, esta es la radiografía de Javier González, que prácticamente ha cerrado su presencia ante los medios con una nueva pregunta y otra respuesta: “¿Qué argumentos tenemos para el convencimiento? Tenemos otras variables que hay que utilizar”. Quizás así se entienda su intento de poder jugar la temporada que viene en Las Gaunas de forma totalmente gratis.
Javier González ha comparecido en sala de prensa solo. Porque así lo ha pedido él. Al fin y al cabo, “soy el responsable del área deportiva y económica del club”. “He notado que hay una sensación rara dentro del club”, ha explicado. Lógico y normal. Es el reflejo habitual a una temporada con malos resultados y un descenso prácticamente irreversible. “Veo muchas sensaciones desde que entré aquí como de, no sé si es la palabra, ‘negativismo’. Como sensaciones de ‘vamos a bajar’, ‘todo está mal’, ‘todos se mueren’…” Sin especificar a qué se refiere con eso de que “todos se mueren”. Él garantiza que “vamos a estar de pie toda la vida”, antes de iniciar, con ese aplomo típico del otro lado de la muga, un repaso a su plan de marketing -que como ha dicho también se lo están haciendo gratis- de cara al curso que viene, explicación que ha roto de forma abrupta: “Y no voy a seguir dando clases que me pueden copiar en otros clubes”. Clubes, por lo visto, que no saben hacer las cosas sin pagar por los servicios que contratan.
