Se acabó lo que se daba. Logroño despide este miércoles (al menos de forma oficial, pues el jueves es el día del niño en el ferial de Las Norias) las fiestas de San Bernabé. Y lo hace a lomos de la gastronomía, con sorbitos cortos de vino de Rioja y toro guisado, por aquello de cumplir con el Voto, que recuerda que “el mayordomo tenga guisado de comer para los pobres el toro e pan e vino”.
Decenas de logroñeses se han apilado en el tramo inicial de Portales (la cola se adentraba en Muro del Carmen) para hacerse con una ración del guiso que conmemora la hazaña de la resistencia de la ciudad al asedio francés hace cinco siglos. El personal de las peñas se ha encargado del reparto de las raciones con las que recuperar fuerzas tras seis días de fiestas en la capital riojana, ya que en la última jornada del programa aún queda una larga tarde de actividades cargadas de música y teatro infantil.
