Eran sus primeros banderazos oficiales por San Bernabé y el alcalde de Logroño, Conrado Escobar, lo ha ha tenido claro. Este acto simbólico y emotivo de la procesión logroñesa ha ido dedicado: a las madres, al comercio logroñés y a Logroño.
Así, en el Arco de San Bernabé las primeras palabras han servido para hacer públicos sus sentimientos como alcalde. “Imaginen lo que siente un logroñés en su primer banderazo de San Bernabé, pues eso es lo que siento ahora”.
Un primer banderazo que ha ido dedicado “a las personas que nos han dado todo porque nos han dado la vida”. Ha sido para todas las madres logroñesas, “quienes nos acompañan siempre y que nos han dado lo que todos somos”, ha dicho pediendo permiso para mirar al cielo y acordarse de la suya.
“Mirando al Ebro sin perder la vista a la plaza del Mercado”, el segundo banderazo de Conrado Escobar, ha ido dedicado al comercio logroñés. “Al de ayer, al de hoy y al del futuro. A los comerciantes, a los trabajadores y a sus familias que hacen grande a nuestra ciudad”.
En la Puerta del Revellín, “el lugar más simbólico de Logroño, la puerta de entrada a Logroño, que acogiera siempre a todo aquel que quiera vivir y disfrutar de esta ciudad, especialmente a la gente joven”, ha dicho el alcalde.
El banderazo ha ido por la “muy noble y muy leal ciudad de Logroño, por el Logroño del Ebro, el Logroño del Camino de Santiago, el Logroño diverso, joven, del pasado, de la convivencia, del futuro”. Y así ha terminado: “Esa es la ciudad que yo quiero y que vamos a construir entre todos”.
