Carlos Pouso no seguirá como técnico del Calahorra durante la próxima campaña. Así lo ha anunciado el propio técnico vizcaíno este viernes en rueda de prensa. Su despedida será el encuentro frente al Deportivo Aragón (domingo 12:00, La Planilla), que supondrá su partido número 55 como rojillo. Así despedirá año y medio de trayectoria con la ilusión de conseguir la clasificación a Copa del Rey. Ello pasa por ganar y que el Tudelano pierda, independientemente del Gernika-Barbastro. Si el Tudelano gana y el Calahorra también, bastaría igualmente con un empate entre Gernika y Barbastro.
El de Leioa llegó a La Planilla durante en la Navidad de 2022, en Primera Federación, con el objetivo de salvar a un equipo ya muy descolgado. Hacía falta un milagro y no llegó, así que el equipo descendió a Segunda Federación a falta de tres jornadas para el final. Tras esa pérdida de categoría, Pouso sí anunció la renovación, añadiendo a sus cargos la dirección deportiva. Esto último ocurrió a raíz de la marcha del director deportivo Eduardo Arévalo, que dejó la entidad rojilla después de nueve temporadas de estancia.
Con este bagaje, Pouso contó con una plantilla totalmente nueva, con la única excepción marcada por la renovación de Miguel Martínez de Corta. Los veinte futbolistas restantes fueron nuevos y eso siempre implica un riesgo. Así ocurrió durante la primera vuelta, con un equipo sin gol y sumido en la zona baja hasta las Navidades. En aquellos momentos, no parecía haber otro objetivo que la lucha por la permanencia. Afortunadamente, el mercado de fichajes trajo la pólvora que hacía falta.
Llegaron hasta seis fichajes: el guardameta Juan Carlos Azón, el lateral derecho Miguel Santos, el lateral izquierdo Nacho Ruiz, el mediocentro Baba Cissé, el mediocentro ofensivo Eneko Capilla y el punta Iker Hernández. El efecto fue inmediato, puesto que el club encadenó hasta nueve encuentros sin perder al inicio de 2024. Suficientes para finiquitar su permanencia y abrir la puerta a un sueño copero que todavía mantiene hasta la última jornada.
Y es que sería bonito que Pouso, tras sufrir un descenso de categoría, se fuera del Calahorra con una posible alegría. Jugar la Copa implica ilusión, partidos bonitos y por qué no decirlo, taquilla para el club. Así que no se debe desaprovechar la oportunidad.
