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Siempre fiel a sus colores: la afición de la UD Logroñés sufre desde los bares

Pasan los años, los jugadores, los entrenadores y los presidentes, pero hay algo que no le falla nunca a la UD Logroñés. Son sus aficionados, que se han reunido hoy en sociedad para presenciar la derrota de su equipo frente al Marbella (1-0), en la ida de la final por el ascenso a Primera Federación. Camisetas, banderas blanquirrojas y una ilusión que se ha transformado en esperanza de remontada para el próximo domingo 2 de junio, donde los riojanos están obligados a remontar para conseguir el ascenso. Muchas veces, la frontera entre el éxito y la decepción pende de un detalle, como el gol de Aitor Puñal antes del descanso.

En plena Avenida de La Sierra, el ‘Puerta 19’ es un habitual lugar de reunión para los blanquirrojos. Justo al lado del templo de Las Gaunas, supone una parada obligada para las previas. Y hoy, además de los 51 aficionados presentes en el Dama de Noche, el local se ha llenado hasta la bandera. Aquí, el fútbol es cultural. Cerveza (o lo que cada uno desee), bocadillo en mano y a rezar por un triunfo de su equipo. Jóvenes y mayores, todos juntos en un espectáculo que rezuma ilusión. Una montaña rusa de sensaciones y sufrimiento. Como cuando Jony se ha jugado la roja tras una dura falta pasados los veinte minutos: “¡Pero a dónde va!”.

Pasada la ‘caraja’ inicial, la UD Logroñés ha espabilado y ha llevado peligro, con dos claras ocasiones. “Eso no se puede fallar, hombre”, ha comentado un aficionado. Mesas repletas, con todo reservado y la barra en un frenesí constante, así se vive el fútbol. Para muchos, una religión. Un método mediante el que desconectar, con el que sentir apego a su tierra, con el que tejer redes sociales y crear comunidad. Claro que un partido de playoff es una montaña rusa y de la ilusión con las ocasiones se pasa en segundos a la decepción del gol de Puñal. Semblantes serios, caras de poema, desánimo. Pin, pan, pum; quien golpea primero, tiene las de ganar.

A poca distancia del ‘Puerta 19’ y en pleno Parque San Adrián se encuentra el bar ‘Dover’, uno de los más bulliciosos en esta tarde. Con varias pantallas en el interior y en las terrazas, ha sido todo un hervidero blanquirrojo. Lástima que el fútbol no haya acompañado a los blanquirrojos, cada vez más decepcionados con el partido. “Como no espabilen, mal lo vamos a pasar. Firmo el 1-0”, decía un veterano aficionado, de esos que ya peinan canas. Más ilusión había en los chavales de corta edad, aunque finalmente no ha habido manera de que la UD Logroñés marcara en el Dama de Noche. Toda ilusión queda depositada en la remontada del próximo domingo en Las Gaunas.

Son solo dos de los muchos locales, como el Tucumán, La Mina, el Top (en Logroño), el Café Paradero (Albelda) el Refugio (Viguera), el Elo (San Asensio) o el Kiosko de Fuenmayor que han retransmitido el Marbella-UD Logroñés por toda La Rioja. Por encima del resultado deportivo, la hinchada blanquirroja se mantiene fiel y es capaz de ilusionar. Banderas en los balcones, zamarras en las calles y reunión en los bares. Ojalá que haya ascenso, pero si no lo hay, muchos seguirán acudiendo a Las Gaunas, a disfrutar o a sufrir del infrafútbol de la Segunda Federación. A los incondicionales nunca les importará la categoría y cada vez que puedan, irán a los bares. Bares, qué lugares. ¿Qué haríamos sin ellos?

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