Si hay un tema que levanta ampollas entre la ciudadanía es el de los perros: sueltos o atados, cacas sin recoger, miedo, cinofobia… Pero una amable lectora le ha comunicado al Sereno de NueveCuatroUno que “estoy harta de que se generalice”.
Para esta vecina no todos los dueños de los perros son tan incívicos pero, “¿que pasa con los padres de los niños que juegan con el balón, con la bici, gritan, tocan la flauta o el silbato y corretean en las terrazas mientras yo estoy disfrutando un buen momento con mi familia o amigos? A mí me molestan y no les digo que se los lleven a un reducto y que los metan allí…”.
Para esta vecino, “claro que hay dueños de perros que no se comportan con responsabilidad, pero no somos todos. No podemos seguir haciendo comentarios sobre esto porque me parece incidir sobre algo que no tiene solución. La ordenanza la cumplimos al pie de la letra, pero me gustaría que pusieran otra para los niños. Yo los quiero con locura y me encantan, de hecho he tenido dos hijas, pero nunca se les ocurriría molestar así a nadie”.
Para concluir su denuncia, esta lectora destaca que “si vamos a empezar a hacer una lucha con los perros, también hagámosla con los niños, o con los que escupen por la calle, que son humanos, o los que hacen pis por las esquinas, que también son humanos, o los que dejan todo el suelo lleno de cáscaras de pipas… ¿A esos no hay que multarles? ¿Eso está bien hecho? Porque a mí, llevarme a casa un escupitajo de alguien en la zapatilla tampoco me gusta…”.
Perros sueltos en las urbanizaciones
Como decíamos, la polémica de los perros afecta a muchos vecinos, entre ellos esta lectora que explica que “vivo en una urbanización en la que es arriesgado pasear porque se abren las puertas de la cochera para sacar el coche y salen los perros sueltos, ladrando, a mí me dan mucho miedo, me paralizan. Además, muchos dueños los llevan sueltos cuando los sacan de paseo, no recogen los excrementos y si les dices algo se enfrentan. Por favor, tengamos más civismo y no seamos sucios”.
“Bajar a mi perro es una odisea”
Otra lectora también comparte su inquietud con el Sereno de NueveCuatroUno explicándole que “bajar a mi perro se hace una odisea a veces por la cantidad de perros sueltos que hay en el jardín. Mientras yo llevo al mío atado y con su bozal, tengo que contemplar la parsimonia de otros dueños que están de cháchara y se le tiran al mío, que es más grande y a veces me cuesta sujetarlo. La gente debería ser más responsable y tener un punto de reflexión”.
¿Quién es el culpable?
Otro lector, que tiene mascota, afirma que “hay que llevar a los perros atados, pero me preguntó: ¿de quien es la culpa, de los dueños o de los responsables que tienen que hacer cumplir la ley? Aquí, hasta que no pase algo grave nadie pone remedio a nada. Y lo mismo pasa con la recogida de excrementos. Aunque esto dice mucho de cada persona: ¿serán en su casa igual de guarros?”.
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