La alcaldesa de Autol, Catalina Bastida, ha explicado este lunes la situación del gimnasio del pueblo tras la carta que llegó al Sereno el fin de semana criticando cómo se encuentran las instalaciones municipales.
“Se trata de un gimnasio humilde que pretendemos mejorar en un futuro, pero ahora tenemos otras prioridades”, ha comentado, explicando que los algo más de 80 usuarios que pagan 32 euros al trimestre con Carné Joven y 40 euros para los que no lo tienen. “Unos ingresos con los que no se pagan ni la luz que gasta la instalación, que está abierta de lunes a viernes de 9 de la mañana a 9 de la noche y los sábados en horario de mañana”.
“No tiene monitor, pero no es verdad que no se haga mantenimiento. Los trabajadores municipales lo hacen dentro de sus posibilidades. Es verdad que hay máquinas antiguas, pero se han rebuscado las que peor están para hacer las fotos porque hay otras que se encuentran en muy buen estado. Y sobre el cristal, pues claro que se rompió, pero estamos esperando a que venga el cristalero a cambiarlo. Tampoco sé cómo se pudo romper”, ha detallado sobre las quejas.
“El ayuntamiento no ofrece un gimnasio profesional, es simplemente un lugar en el que los autoleños puedan entrenar con una variedad enorme de opciones tanto en cardio, como muscular o de mantenimiento . Las personas que quieren un gimnasio profesional se van a otros municipios y pagan diez veces más”, ha añadido, repitiendo que el consistorio intenta mantener lo mejor posible lo que tiene. “El resto de la gente nos lo agradece mucho y el que no lo vea así lo tiene tan fácil como elegir otro gimnasio”.
Por último, ha asegurado que los dos chicos que han denunciado la situación en El Sereno de NueveCuatroUno llegaron al Ayuntamiento de Autol con exigencias que no corresponden a lo que nosotros podemos ofrecer y sobretodo con chulería. “Y así no se puede venir”. Y ha señalado: “Está claro que han querido hacer daño y tomar venganza porque les dije que les devolvía el dinero que habían pagado y que no volvieran y eso se ve que no les conviene ni les gustó , así que decidieron tomarse un bañito de redes sociales y eso no es bueno para nadie”.
La alcaldesa finaliza explicando que “hemos tanteado a la mayoría de los usuarios y la gente entiende que el gimnasio está viejito pero lo que no quieren es que se cierre hasta que no tengamos otro”.
