Agricultura

Las heladas dejan las primeras 3.880 hectáreas de viña siniestradas en Rioja

Las heladas dejan 3.880 hectáreas de viña siniestradas en la DOCa Rioja

La pasada madrugada del 19 de abril dejó un sabor amargo ente los viticultores de Rioja. Algún que otro cultivo más, como los frutales, también salió mal parado de las temperaturas bajo cero que protagonizaron aquella noche, aunque las viñas, ya en un estado avanzado de brotación, fueron las que más daños acapararon.

Lo que prosigue a este fenómeno meteorológico son días de ajetreo constante en las oficinas de las organizaciones agrarias para registrar esos partes de siniestros notificados por los agricultores afectados y, después, en las oficinas de Agroseguro donde los evaluarán y tramitarán. En estos quehaceres andan ocupados esta semana los técnicos responsable de la gestión del seguro agrario que a fecha de este martes ya acumulan 3.880,34 hectáreas registradas en el conjunto de la DOCa Rioja y correspondientes a 7.614 parcelas. Cifras que irán en aumento ante la previsión de recibir más partes en los próximos días.

Por territorios autonómicos, La Rioja se queda con unas 2.880 hectáreas siniestradas, procedentes en su mayoría de la mitad occidental de la c0munidad. Las viñas de San Vicente de la Sonsierra han sido, por goleada, las más abrazas por el frío: 363,62 hectáreas de un total de 789 parcelas. Pero también han dado parte en Briones (247 hectáreas), San Asensio (240), Sajazarra (170), Haro y Cihuri (ambas con 140), Nájera (132) y Villalba de Rioja (128), entre otras, siendo estas las localidades con más volumen de siniestros. Por otro lado, el triángulo de Navarrete, Fuenmayor y Entrena fue otra de las zonas donde golpeó le hielo con algo más de 203 hectáreas notificadas con daños.

Heladas en un viñedo en Villaseca.

Desde el extremo más occidental de la denominación, otro de los puntos críticos de las heladas, Berta Valgañón ya atisbó hace cuatro días signos puntuales en sus viñas de Villaseca que ahora asegura que han estado muy repartidos entre unas y otras parcelas: “Alguna finca igual tiene un 80 por ciento de daño, pero otras en cambio no tienen nada apenas”.

En la zona de Rioja Alavesa tampoco libraron del frío helador y los viticultores han dado parte de algo más de 711 hectáreas, con Labastida a la cabeza (171 hectáreas repartidas en 486). Laguardia (100 hectáreas), Baños de Ebro (90), Villabuena de Álava (89), Elciego (71), Navaridas (65), Lanciego (52), Samaniego (38) y Oyón (23) han sido otros de los términos más afectados en la comarca.

En el territorio navarro se han notificado daños en seis de los ocho municipios que pertenecen a Rioja, siendo Viana quien lidera el listado con cerca de 190 hectáreas notificadas (repartidas en 260 parcelas). Por volumen de superficie, le siguen Bargota (34 hectáreas), San Adrián y Azagra (ambas con 23 hectáreas), Mendavia (15 hectáreas) y Andosilla (3 hectáreas).

Un viñedo de Rioja Alavesa afectado por las heladas del pasado 19 de abril.

Javier Fernández, enólogo de El Coto, ha recorrido estos últimos días algunas viñas en la franja que va desde Briñas hasta el Polígono El Carrascal, entre Lanciego y Oyón, y ha visto cómo los daños se han focalizado más en esas zonas de hondonadas y en altura, donde el aire sopló con más fuerza. También en las viñas que habían sido labradas recientemente, ya que eso airea más el suelo, y, sobre todo, en aquellos viñedos jóvenes que están pendientes de formar con varas nuevas.

“En el término de Assa, en la carretera que va a Lapuebla de Labarca, también se han visto, así como entre San Vicente y Baños de Ebro y la zona de San Asensio, que también suele ser muy crítica cuando hay mínimas bajo cero. Sí que es cierto que no fue una helada intensa porque no se registraron más de dos grados bajo cero, pero luego salió el sol con fuerza y eso también hizo daño”, apunta.

El enólogo de El Coto ha localizado alguna viña “con daño prácticamente al cien por cien, pero no ha sido algo generalizado en el campo”. Asegura que estas heladas “habrán quitado algunos kilos, pero la cartilla se va a cubrir”. Donde si ve perjuicio real es ‘a posteriori’: “Creo que el daño que han dejado estas heladas se notará en el trabajo de campo de después porque habrá que mimar más los racimos de aquellas cepas que hayan quedado tocadas, además de formar el viñedo para tener unas yemas buenas de cara al año que viene”.

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