La derrota en Zubieta supuso la primera y quizás única crisis reseñable de la temporada para la UD Logroñés. Perder aquel encuentro ante la Real Sociedad C supuso un contratiempo que el equipo supo resolver con el festín que se dio una semana después (7-1) ante el Gernika. La cita en Zubieta estuvo marcada por la falta de Andoni Ugarte al minuto de empezar el encuentro que el colegiado señaló dentro del área a pesar de que claramente la falta se produjo fuera la zona más peligrosa del campo.
El equipo no supo solventar esta circunstancia a tiempo, y regresó de San Sebastián con una preocupante séptima plaza en liga, fuera del playoffs y con unos cuantas equipos por medio. Una vuelta después, el equipo recibe a la Real C con cierta sensación de revancha deportiva. Ha sido uno de los tres equipos que este año ha conseguido ganarle en liga (Real C, Alavés B y Arenas). 16 partidos más tarde, el equipo saltará al terreno de juego este domingo a las seis de la tarde para dejar dos asuntos importantes firmados.
En caso de triunfo, la UD Logroñés será matemáticamente equipo de playoff de ascenso. Entrará en el selecto grupo de equipos que disputarán al menos la ronda de semifinales ya en el mes de mayo. A doce puntos del Alavés B, el asunto no lo cerró la semana pasada porque los alaveses son de los pocos equipos que le tienen ganado el ‘golaverage’ a los riojanos. Cita en Las Gaunas, que en caso de triunfo, significará también que el equipo será al menos tercero a final de temporada. Zaragoza B y Utebo están a nueve puntos a falta de cuatro jornadas. La victoria riojana permitiría firmar en el acta la tercera posición, a pesar de que quedaría jugar en Utebo en la última jornada (3-0 en la ida).
Pero lo cierto es que el equipo de Diego Martínez no está mirando, como hace una vuelta, hacia atrás. Lo hace hacia arriba. Mira al Barakaldo, segundo clasificado a solo tres puntos antes del inicio de esta jornada. Ahí está el reto que se ha marcado para este mes de abril la UD Logroñés. Acechar hasta conseguir la segunda plaza, que da ventaja competitiva para la semifinal y posible final de los playoffs de ascenso. Mantener el ritmo competitivo hasta la última jornada es la mejor manera de preparar la fase de ascenso. No bajar el ritmo, seguir en la senda marcada durante esta segunda vuelta en la que el equipo está mejorando los resultados de la primera.
El reto está fijado, sin pasar por alto que la UD Logroñés quiere acabar la temporada regular como uno de los pocos equipos invictos de España en su propio estadio y al mismo tiempo sumar, por fin, y por primera vez en esta temporada, cuatro triunfos seguidos en liga.
