Las empresas riojanas Entaina y Solteco participan en el proyecto europeo ORHI+ con iniciativas que buscan el reciclado de residuos agrícolas, de plásticos que se emplean en el campo, por un lado, y de sarmientos de viña, por otro, con los que van a crear maderas plásticas y bandejas alimentarias, respectivamente.
La Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja (ADER) acompaña a estas dos empresas dentro de un proyecto en el que hay entidades del País Vasco, Francia y Andorra. El gerente de la ADER, Luis Pérez Echaguren, ha informado este lunes de diferentes aspectos de este proyecto, junto a Diego Rodríguez, de Entaina y a José Vicente Sáinz, de Solteco.
El proyecto ORHI+ busca fomentar el desarrollo sostenible y la “circularidad” de actividades económicas de La Rioja, País Vasco y Pirineos Atlánticos.
Dentro del proyecto, con un presupuesto de 1,6 millones de euros y cofinanciado por la UE en un 65 %, ADER se responsabiliza de la definición y publicación de una línea de ayudas para facilitar el desarrollo de proyectos regionales de economía circular y de la coordinación de misiones empresariales transfronterizas.
En total, están consorciadas en el proyecto nueve entidades de La Rioja, País Vasco y Pirineos Atlánticos (Francia y Andorra). “Este proyecto también contempla la elaboración de una herramienta de ayuda a las administraciones públicas en la toma de decisiones y selección de proyectos para priorizar sus acciones en el ámbito de la economía circular”, ha explicado el gerente de la ADER.
Pérez Echeguren ha incidido en que el proyecto “también desarrollará actividades de vigilancia temática e internacional para la búsqueda de soluciones innovadoras y buenas prácticas vinculadas a las temáticas de interés en el proyecto”.
En lo que respecta a las empresas riojanas, Solteco busca crear madera plástica a partir de residuos plásticos de la ganadería y la agricultura; Sáinz ha detallado que se trata de restos que “ahora casi son imposibles de reciclar” y con su propuesta se puede crear “mobiliario urbano y también se puede usar en obra pública”.
Otra de las ideas de este proyecto, ha explicado, es crear una vivienda “cien por cien sostenible” y “cien por cien reciclada” para lo que también estudian utilizar residuos de lana como aislante. En el caso de la otra empresa, cuentan ya con la maquinaria necesaria para producir bandejas alimentarias a partir de sarmientos, y, de hecho, ya colaboran con bodegas CVNE para transformar en ese producto los sarmientos de sus viñas.
Sin embargo, ha explicado Rodríguez, para acometer este proyecto de forma global necesitarían unas 10.000 toneladas de este residuo, del que se calcula que se produce una tonelada por hectárea, con lo que deben realizar un importante trabajo de “captación” dado que todavía hay viticultores que trituran los sarmientos y los dejan en la viña.
