La Rioja

La colecta para el ganadero detenido en las tractoradas de Logroño supera los 10.000 euros

Objetivo cumplido. O, mejor dicho, objetivo superado. Más de 10.000 euros ha reunido en poco menos de un mes el ganadero Javier Muro mediante la colecta impulsada para costear los gastos del juicio que le sentará en el banquillo el próximo 4 de abril tras su detención en la primera jornada de movilizaciones de los ‘chalecos amarillos’ en Logroño.

Muro, de 36 años, lanzó un grito de auxilio después de que el 9 de febrero el fiscal le imputara un delito de atentado con vehículo a motor y otros dos delitos leves de lesiones por evadir -supuestamente- hasta en dos ocasiones las indicaciones de la Policía Local de Logroño y tratar de arrollar a un agente que le daba el alto durante la primera tractorada por la capital riojana.

“Necesito recaudar 10.000 euros para poder frente a los costes del juicio, el abogado, el procurador y la responsabilidad civil”, suplicó el ganadero a través de una plataforma de ‘crowdfunding’. A poco menos de tres semanas de la vista oral del juicio esa cifra ya se ha superado gracias a las más de 250 aportaciones que ha recibido, que van desde los 5 euros hasta los 300 euros donados por el colectivo Torrecilla Unida.

Además del dinero, los contribuyentes han enviado al ganadero mensajes de ánimo del tipo “nos tenemos unos a otros, compañerismo; ánimo a este chaval”, “viva el campo español”, “todo mi apoyo, agricultores, seguid luchando por lo nuestro” o “no podrán con nosotros si estamos unidos”.

Dos versiones sobre los hechos

El lanzamiento de la campaña de recaudación de donativos sirvió para que Javier Muro explicase por primera vez su versión de los hechos que desembocaron en su detención, por los que la Fiscalía le reclama tres años y nueve meses de cárcel. “Mi tarea era dirigir a los tractores en la ruta que habíamos establecido desde la Junta (…) En un punto de la mañana tuve un malentendido verbal con la Policía Municipal y, como consecuencia, me detuvieron de muy malas maneras entre cinco agentes”, explicaba el acusado, denunciando la actuación “improcedente y desproporcionada” de los policías que lo arrestaron.

La versión de la Policía Local señala que el 6 de febrero los agentes requirieron al ganadero que no bloquease con su coche el único carril que en ese momento estaba libre para la circulación por Vara de Rey por el desarrollo de la tractorada. Dado que el conductor hacía caso omiso, uno de los agentes se acercó al vehículo.

Cuando se encontraba al lado para volver a pedirle que reanudase la marcha, el coche aceleró de forma brusca y en dirección al policía, que tuvo apartarse rápidamente para no ser atropellado. El conductor pasó a su lado “profiriendo todo tipo de insultos al agente” y abandonó el lugar a una velocidad inapropiada para la vía.

A continuación, a la altura de la calle Muro de Cervantes, una patrulla localizó al vehículo fugado circulando de frente a gran velocidad, por lo que le hicieron señales para que se detuviese. Al acercarse a los agentes, el conductor no aminoró la marcha y los agentes debieron saltar a ambos lados del vehículo para no ser arrollados. Ambos agentes fueron atendidos por lesiones leves.

Posteriormente, otra dotación policial que circulaba por el lugar en un vehículo patrulla emprendió la persecución del coche, que finalmente fue arrinconado contra el bordillo de una acera a la altura de la confluencia de Muro de Cervantes con Avenida de Navarra.

El conductor, que según el atestado de la Policía Local no dejaba de proferir todo tipo de insultos y amenazas a los agentes, se negaba a salir del turismo, por lo que tuvo que ser extraído por la fuerza y reducido para ser detenido por resistencia grave y atentado contra agentes de la autoridad.

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