Siempre se ha considerado un tipo muy independiente, con sus errores, “como todo el mundo”, pero sin pertenecer a ninguna tribu, ningún partido o tendencia, ninguna organización ni institución. A Pedro Ruiz no le han otorgado la medalla de su tierra, “ni lo quiero”, su mejor premio es ser libre y equivocarse en nombre propio.
Tras haber suspendido en dos ocasiones su espectáculo en Logroño por la pandemia, el actor, escritor, cantante y humorista actuará el próximo 23 de marzo a las 20:30 horas en Riojaforum con su nueva gira ‘Mi vida es una anécdota’.
– Lo primero es lo primero. ¿Cómo está?
– Muy bien, muy saludable, con una salud casi insultante, soltero y estupendamente
– Llega a Logroño con su espectáculo ‘Mi vida es una anécdota’, ¿tantos chascarrillos tiene para contar?
– Las anécdotas definen la vida mejor que la vida. Oscar Wilde decía que hagas lo que hagas te recordarán por una anécdota, y este espectáculo, que es el más íntimo que he hecho nunca, no trata de decir ‘miren qué vida tan interesante tengo’, sino ‘miren, que a los reyes, a los divos, a los grandes artistas les pasan las mismas cosas que a los demás’. Esto va de relativizar y cuento 50 o 60 anécdotas que interpreto, escenifico, canto y cuento. Es, sin duda, el espectáculo más interesante y sencillo que he hecho.
– ¿Alguna de esas historias transcurre en La Rioja?
– En La Rioja, o Logroño me han pasado muchas anécdotas cariñosas, porque estáis a poco más de veinte kilómetros de Elciego y yo he veraneado allí de niño muchas veces, de hecho mi hermano vive allí. Era uno de los sitios donde parábamos siempre con mi padre, que era chófer del Marqués de Riscal después de la guerra y ahí me han ocurrido infinidad de anécdotas. Tengo el mejor recuerdo de La Rioja, siempre que puedo me acerco. Elciego es uno de los tres patios de mi infancia. Veraneaba o en Valladolid, la tierra de mi padre, o en Elciego o en Sitges. Yo soy catalán de madre andaluza y padre vallisoletano, sin embargo Elciego se convirtió en lugar de referencia de los mejores momentos de mi vidas.
– Presentador, escritor, cantante, humorista… ¿Cómo puede una personas hacer tantas cosas?
– Porque soy muy inquieto. Aunque presentador no me considero. Me gusta hacer muchas cosas distintas y hacer zapping de inquietudes, porque prefiero estar en la víspera de un fracaso que en la repetición de un éxito. Me gusta mucho componer, hacer teatro, – que seguramente es la parte más sincera de los artistas-, ahora voy a dirigir una película en Bilbao, seguramente vuelva a la televisión y escribo poesía todos los días. Tengo muchas inquietudes y eso da mucha juventud. Cuando tienes más planes que años tu forma física y psíquica está siempre presente.
– ¿En qué faceta se siente más cómodo?
– Lo que más me gusta, y es una cosa que no trasciende, es escribir poesía. Lo hago todos los días desde que tengo 14 años, es más, cada día voy al Hotel Intercontinental (Madrid), un hotel donde he vividos durante dos años, y estoy con un conserje que hay que se llama Alfredo García. Él ha leído más que todos los clientes del hotel juntos, y cuando llego al mostrador él inventa un título y yo en cuatro minutos escribo un poema. No lo hago por publicar, lo hago por estar entrenado. Cuando cuando tienes tu organismo en funcionamiento incluyendo lo mental, los psíquico y lo moral tu salud perdura. A mí escribir poesías es lo que más me gusta, pero sé que de eso no se vive.
– ¿Cuál es el secreto para estar en activo tanto tiempo y, sobre todo, seguir siendo interesante para el público?
– Yo soy ‘Mister next’, es decir, mister lo próximo. No vivo instalado en el pasado para nada, siempre he pensado que el pasado es una buena referencia, pero es una mala residencia, por lo tanto no estoy nunca pensando en lo que hice, sino en lo que haré. Me moriré cuando tenga que morirme, dentro de siete minutos o de 700 años, pero yo estoy lleno de planes gracias a ese interés permanente que tengo por todo. Yo voy cinco veces al cine por semana, voy al teatro, a conferencias, escribo, canto, compongo, hago teatro, cine, televisión… lo que me dejan y estoy siempre lleno de propósitos. Si tienes un propósito, tu salud te lo agradece e incluso se fortalece.
– ¿Qué pretende con esta obra que viene a presentar en Logroño?
– Que el público salga con muy buen rollo, muy buen humor y la sensación de relativizarlo todo. Este es el propósito del espectáculo. Se trata de decir: ‘A todos nos pasan cosas parecidas seamos quien seamos’. Yo he hecho más de treinta espectáculos distintos y este es el más especial, porque convierto el teatro en la sala de estar de mi casa o en el salón de los espectadores y es mucho más cercano. Es más, permito que el público me pregunte. Mi objetivo es que a la salida del teatro digan: ‘Qué bien lo hemos pasado y qué poco importante es casi todo’. Al final, todos somos iguales y nos pasan las mismas cosas.
