Cultura y Sociedad

‘Tres Tiempos Impro’: un salto al vacío sin guion

El diccionario define la improvisación como una creación hablada, escrita o compuesta de manera extemporánea, sin preparación previa. Lejos de guiones o textos aprendidos de memoria, Fernando Galán, Gonzalo Villar y Ramiro Gómez han apostado por improvisar en sus espectáculos, dejándose llevar por los designios del público en cada función.

Los dos primeros son compañeros de clase desde hace años, cuando comenzaron en la escuela de David Monge, y Ramiro, íntimo amigo de Gonzalo, no dudó ni un segundo en sumarse a un proyecto denominado ‘Tres Tiempos Impro’, que pretende llenar de humor todas las salas a través de su entrenada improvisación.

Porque este tipo de artistas no quedan en su local para ensayar, sino para entrenar. “A base de meter horas vas desarrollando una serie de aptitudes que, unidas a la complicidad con los compañeros, a saber reaccionar con rapidez y, sobre todo no quedarse en blanco, son claves para cultivar este arte”, explica Gonzalo.

Los tres saben dónde de se meten. Este tipo de trabajos son auténticos saltos al vacío en los que nunca se pierde el miedo. “Salir con la mente en blanco, sin un guión y dejarse llevar es complicado, sin embargo siempre resulta muy divertido. También tiene parte de terapia”.

En su primer espectáculo ‘Tres hombres y un piano’ el público verá como los actores crean una historia con su presentación, nudo y desenlace a partir de las palabras que vayan surgiendo desde el patio de butacas. “Para llegar hasta esto hace falta mucho trabajo. Leer, escribir, ver pelis y series, fijarte cómo están estructuradas las historias… y a partir de ahí entrenar y volver a entrenar”.

Eso es lo que hacen cada vez que se reúnen. Internet es su aliado. “Le pedimos tres palabras, por ejemplo un nombre, una profesión y una época de la historia, y comenzamos a crear”. Eso sí, es fundamental escucharse unos a otros “porque cada uno va con una película en su cabeza que nada tiene que ver con la otra”. Gonzalo reconoce que cuanto más trabajas con alguien más sabes “por dónde pueden ir los tiros”, pero otras veces te sorprende “y la liamos”, por eso “hay que remar en la misma dirección”.

El resultado de esta compañía recién nacida se verá este sábado a partir de las 20 horas en la Sala Gonzalo de Berceo de Logroño. Fernando, Gonzalo y Ramiro saldrán al escenario ‘desnudos’, sin guion, pero con un piano. ¿Un piano? Sí, porque si ya de por sí la impro no fuera complicada, le han añadido un puntito más de dificultad. “También improvisamos cantando”. Y lo hacen según lo que el cuerpo le pida a Gonzalo en cada momento. “Me puede apetecer tocar un vals, un rock o un villancico con el piano. Ni mis compañeros saben lo que va a salir de ahí. Ellos tienen que asumirlo y aceptarlo. De eso va la improvisación”.

Un espectáculo espontáneo, loco y divertido sin saber lo que va a suceder. “Es mágico, porque se trata de algo que no va a volver a ocurrir nunca jamás. No va a ocurrir lo mismo, ni con la misma energía ni con la misma historia. Es totalmente único”.

Y así es como esta compañía abona el terreno fértil de la improvisación en Logroño entrando con una nueva propuesta a un escenario donde hasta ahora solo había una compañía que trabajaba la impro en La Rioja. “Nos retroalimentamos unos a otros”.

Subir