La Rioja

“El encarecimiento del aceite de oliva no es bueno para nadie”

La sequía ha mermado la cosecha de oliva a la mitad, pero el aceite ha duplicado su coste

FOTO: EFE/Raquel Manzanares.

La falta de lluvia de las últimas campañas no está dejando de buen ver al olivar. Desde la Denominación de Origen Protegida Aceite de La Rioja no recuerdan un capítulo de sequía tan severo como el que se está viviendo. “Siempre ha sido normal tener años buenos alternados con otros peores dado el carácter del olivo, que es un árbol vecero, pero es que ya venimos acumulando tres años seguidos donde las cosechas vienen escasas a causa de la falta de agua”, remarcan.

Y esto, inevitablemente, ha desencadenado en esa escalada de precios que ha sufrido en los últimos meses el aceite de oliva, independientemente de si lleva o no un sello de calidad. Y es que mientras que las producciones de aceituna se han reducido a la mitad, los precios casi se han duplicado en los dos últimos años.

“Hace dos o dos años y medio la garrafa de cinco litros de Aceite de La Rioja se vendía entre 20 y 25 euros, mientras que ahora ya la encuentras por 50 euros. Precios récord que nunca se habían visto, si bien es cierto que hace 20 años el aceite estaba más caro que hace dos años cuando empezó a encarecerse. Es decir, que el aceite también estuvo durante mucho tiempo a precios muy bajos, pero es que ahora está a unos niveles que tampoco son normales y eso no es bueno para nadie”, remarcan desde la DOP.

Unos precios disparados que, sin embargo, tampoco están enriqueciendo al mismo nivel a las almazaras, las que han de asumir esa merma en la producción junto a un incremento en los costes. “Están ganando lo mismo que antes y de alguna forma están obligados a subir precios para asumir esos costes y compensar el recoger la mitad de oliva que antes”.

Por suerte, ante esa escasez de aceite, el aumento de los precios no está quitando clientes a las almazaras porque se vende todo lo que hay, pero el problema podrá venir cuando se recuperen los niveles de cosecha habituales y los precios tiendan a la baja de nuevo. “Vivimos en un país donde el aceite de oliva es un bien de uso cotidiano, pero ahora mismo el consumo de aceite normal y el virgen extra está disminuyendo porque no todo el mundo es capaz de asumir esos precios, por lo que se están pasando a otras alternativas como el aceite de girasol e incluso las freidoras de aire que están tan de moda ahora. Así que habrá que ver cómo se comporta el mercado cuando se recupere la oferta”.

Bien es cierto, tal como señalan desde la Denominación, que ahora es una buena oportunidad para afianzar clientes dado que el aceite de olive virgen extra se está vendiendo a precios muy similares a los que se pueden ver en los aceites de oliva sin sello dada la escasa producción. “Las almazaras de La Rioja han subido sus precios acorde a los costes que tienen que afrontar y acorde también al mercado, porque el pasado mes de septiembre ya se vivió una situación excepcional cuando se vieron obligadas a subir el precio del aceite porque se lo quitaban de las manos como nunca antes. Tenían que frenar ese consumo como fuera para poder llegar con producto a final de campaña y abastecer a sus clientes habituales”, recuerdan.

Por el momento, no parece que el precio del aceite de oliva vaya a desescalar, aunque tampoco se espera que crezca, para tranquilidad del consumidor. “Todo dependerá de si llueve o no en mayo, sobre todo en Andalucía, porque si llega el agua se presupone que la campaña será buena y, por tanto, los precios podrían empezar a bajar algo”.

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