Educación

Maestros de la costura: los primeros técnicos riojanos en Confección y Moda

Metros al cuello, máquinas de coser en marcha, patrones preparados y la ilusión como motor de un Grado Medio que este año pone al servicio de las empresas a los primeros técnicos riojanos en Confección y Moda.

El IES Hermanos D’Elhúyar puso en marcha este proyecto en 2022 viendo la escasez de mano de obra en el sector. “El oficio artesano se está perdiendo y, consultando con las empresas textiles de la región, comprendimos que era fundamental implantar un Grado como este”, explica Yolanda Barragán, tutora y profesora.

El objetivo principal es que los jóvenes salgan preparados para adentrarse directamente en el mercado labora e, incluso puedan montar su propia empresa. “Tenemos muchas asignaturas, no solo las relacionadas con la confección. También cursan Formación y Orientación Laboral, Empresa…”. La idea es que desarrollen sus capacidades y habilidades y retomen oficios que se están perdiendo. Así lo ve también Beatriz Vidaurreta, otra de las profesoras.

Se trata además de un Grado que sirve como trampolín para aquellos que quieren seguir formándose en uno Superior, “y eso que de aquí salen muy cualificados, pero es verdad que durante estos dos cursos nos dirigimos más a la confección y costura que al diseño”. Una parte muy importante del sector de la moda, aunque desgraciadamente se coloque en un escalón inferior. “El diseñador crea el dibujo de la prenda, el patronista lo plasma en papel, pero sin un buen confeccionista no hay trabajo que valga”.

La clase es un ir y venir de ideas, ensayos de prueba y error, preguntas de última hora… Y es que los alumnos de segundo están ultimando detalles para lo que será su puesta de largo este miércoles 28 de febrero a las 18 horas en el salón de actos del propio D´Elhúyar. Los profes pensaron que no les vendría mal un incentivo, así que les propusieron organizar un desfile para mostrar sus diseños. La idea les encantó.

Los próximos técnicos riojanos en Confección y Moda han creado una colección llamada ‘Colores’. “Cada uno ha elegido un color y han trabajado con él en lo que a ellos les gustaba y les inspiraba: la naturaleza, el pueblo, el empoderamiento de la mujer…”. Un trabajo que ha servido para que los alumnos sean conscientes de lo que este trabajo conlleva. “El programa Maestros de la Costura no ha engañado a todo pensando que se puede hacer un traje de novia en 90 minutos, y claro, no es así”.

Ellos son el futuro

Nerea Baños tiene 22 años. Nunca le había gustado la moda; es más, cuando llegó al Grado y todos sus compañeros hablaban de diseñadores, dijo: “¿Donde me he metido?”. Pero quitando el Bachiller de Artes esto era lo más artístico que podía encontrar en Logroño, así que probó. “Menos mal que me arriesgué saliendo de mi zona de confort”. Ahora se ha dado cuenta de que la moda dice mucho de cada persona “y es lo primero que la gente percibe de ti”.

A esta joven le apasiona tener la capacidad de inventar algo y hacerlo realodad. “Eso es arte, y no todo el mundo tiene la posibilidad de hacerlo”. Si le preguntas qué es lo que caracteriza su trabajo la palabra oscuridad lo resume todo. “Siempre digo que todos tenemos una parte de oscuridad y tenemos que empezar a aceptarla”. Eso sí, lo haría con un puntito transgresor que chocara al verlo. Para el desfile ha elegido el color gris “porque se piensa que es un color ordinario, mediocre, triste… y he querido cambiar esa imagen metiéndole u poco de mi estilo, la mitología griega”.

Fiona Terencio ya muestra su estilo propio. A sus 18 años tiene las cosas muy claras y la moda siempre ha formado parte de su vida. Teniendo en cuenta que su madre es diseñadora… Su sueño es crear una imagen diferente que haga a cada persona única, y siempre acompañándolo de un estilo grunch y rockero. Si en un futuro quieres vestir con algo de Fiona, busca cruces. “En todo lo que haga estarán presentes, es mi rasgo más característico”.

Sin parar por el aula está Pablo Arrainz. Le encanta la moda y no es de extrañar teniendo en cuenta que desde pequeño lo que más le gustaba hacer era coser con su abuela en la terraza. “Quería estudiar algo relacionado con la moda sí o sí. Me iba a ir fuera, pero salió este Grado en Logroño y no me lo pensé dos veces”.

Se le ve feliz. Está aprendiendo a ser más creativo y además de coser, “que me tranquiliza mucho”, ha descubierto que se le da muy bien patronar. En un futuro le encantaría ser sastre, aunque lo de profesor no lo descarta. Para el desfile se ha inspirado en una colección masculina de Dior, “aunque yo le he dado mi toque con un lazo grande, una falda plisada encima del pantalón…”. Y es que para Pablo la moda de hombre es muy aburrida, “así que yo le doy un toque de gracia”.

La historia de Rosa María Sáenz es diferente a todas las de sus compañeros, hoy ya amigos. Viene del sector sanitario, pero después de la pandemia, “de donde salimos agotados”, necesitaba darle un giro a su vida y embarcarse en algo más creativo. “Quería utilizar mi mente e imaginación y utilizar mis manos en otra cosa que no fuera pacientes”.

Cuando comenzó el Grado pensó que iba a ser algo sencillo, sin embargo “cursamos muchas asignaturas que completan mucho nuestra formación”. Ha sido un cambio muy radical del que no se arrepiente “y me da mucha pena que se acabe”. En su trabajo, muy presente los 80 y los 90, y es que “me dejo llevar mucho por la cultura que yo he vivido, aunque he de confesar que rodearme de mis compis jóvenes ha hecho que abra mucho la mente”.

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