TRIBUNA

Tinta de salud: ‘Gripe y otras infecciones estacionales’

“Juan se levantó aquella mañana mareado, con un malestar general que le impedía pensar mucho. Tenía escalofríos y tiritona, cansancio y le dolían todos los músculos. Por la noche se había acostado estornudando y con sensación de resfriado. Se intentó vestir, pero las fuerzas apenas le llegaban. Su mujer y sus hijas ya se habían ido, ella al trabajo y las hijas al colegio. Buscó un termómetro y se lo puso: 38,9 grados marcaba el aparato tras su pitido. Llamó a la oficina y les dijo que no podría ir, le contó la sintomatología a su jefe y este contestó que no se preocupara, que sería gripe como gran parte de la población. Le recomendó tramitar la baja laboral, ya que todavía no estaba en vigor la autobaja.

Decidió usar la aplicación de Rioja Salud para pedir cita telefónica, pero al no haber en ese momento citas disponibles, rellenó un formulario con sus datos y lo que le ocurría. Se metió en cama sin abrigarse mucho y se tomó un comprimido de Paracetamol de 650 mg, que es lo que siempre tenía en casa. Notaba su garganta seca, una tos irritativa levemente molesta, seguían los estornudos y el malestar general, y estaba sudando continuamente. Poco a poco el fármaco le empezó a hacer efecto y se encontraba mejor, pero solo quería dormir y descansar.

A las pocas horas sonó el teléfono y una voz amable en el otro lado procedió a identificarse como médica y preguntarle que le ocurría. Tras contarle como había empezado la sintomatología y como estaba en ese momento, la médica le dijo que efectivamente podía ser gripe o cualquiera de los múltiples virus estacionales cuya transmisión es más común en los periodos invernales. Le preguntó si estaba vacunado, a lo cual Juan le dio que no. Le dio una serie de pautas a seguir, como tomar paracetamol de 650 mg cada 4-6 horas en función de la fiebre o el malestar, administrarse suero fisiológico o agua de mar en las fosas nasales, hidratarse bien bebiendo abundantes líquidos y que esto le podría durar entre 2-3 días hasta 1-2 semanas, en función del tipo de virus y la respuesta inmune. Le explicó las posibles complicaciones que podrían aparecer y procedió a extender la baja laboral, con una cita en su médica de familia para revisión a los pocos días y poder valorar alta, con la posibilidad de poder cogerla antes si mejoraba. Solo tenía que volver a pedir cita por la aplicación. También le recomendó que, en caso de estar con personas vulnerables, entrar en lugares cerrados (como ascensores, en casa, etc…) o salir a la calle, sería mejor usar mascarilla para evitar contagiar o transmitir la infección.

Juan se acordó que una de sus hijas había estado con catarro los días previos, por lo que esa sería la fuente de contagio. Siguió en cama durante 2 días, usando la mascarilla cuando estaba con los suyos y siguiendo las recomendaciones de la médica, y poco a poco mejoró, pidió el alta y se reincorporó al trabajo. Y se apuntó en el móvil una nota: “En octubre acordarse de preguntar al personal enfermero del centro de salud si me tengo que vacunar”.”

Quizá este relato no sea verídico, pero bien podría serlo, sobre todo en periodos invernales y fríos.

La gripe es una enfermedad causada por virus de tipo influenza de una gran amplia capacidad de difusión, con diferentes géneros como son el tipo A, B y C, que producen los diferentes tipos de infección, con una amplia variedad antigénica. Suele cursar con múltiple sintomatología que va desde el malestar general, cefalea, inflamación de la mucosa respiratoria, catarro, hasta fiebre elevada y en personas inmunodeprimidas o vulnerables, pueden producir serias complicaciones que pueden llevar a la hospitalización e incluso, aunque raramente, al fallecimiento.

Aunque son virus de predominio invernal, su aparición no tiene nada que ver con la exposición al frío, como se cree muchas veces equivocadamente, sino que quien provoca la gripe es el contagio del virus a través de otras personas u objetos contaminados, pues su transmisión es por gotas, pero si se sabe que el frío puede provocar una disminución de las defensas naturales que aumenta el riesgo de adquirir la enfermedad, pero siempre y cuando haya contagio. Además de que el virus sobrevive más tiempo en los objetos con el frío que con el calor, y la luz del sol disminuye su ciclo vital.

Existen factores de riesgo como son la convivencia en lugares cerrados o hacinamiento (colegios y guarderías, cuarteles, residencias de ancianos, etc.), así como el padecer enfermedades que depriman la inmunidad, así como la edad, tanto en ancianos como niños, aunque algunas cepas afectan más a individuos jóvenes.

El tratamiento es sintomático, tal como le recomienda la médica a Juan, con antitérmicos, reposo, hidratación y medidas físicas, evitando el uso no controlado de antibióticos y otros fármacos sin evidencia, si no es por recomendación facultativa (solo en caso de sobreinfección bacteriana demostrada clínicamente). La persona con sintomatología gripal debe evitar el contagio a los convivientes y a otras personas vulnerables, recomendándose el uso de mascarilla y el lavado frecuentes de manos, esquivando el contacto con secreciones de la persona afectada, sobre todo la saliva, declinando besos y compartir utensilios como vasos, cubiertos, botellas, etc., una exhautiva higiene en el WC, con limpieza con lejía tras su uso, evitar salir de casa mientras se esté convaleciente para disminuir la propagación del virus, utilizar pañuelos desechables cuando se estornuda o se tose, etc.

Y, por supuesto, la recomendación e importancia de la vacuna antigripal para los grupos que desde Salud Pública del Gobierno de La Rioja se indica, como son:

– Personas a partir de 60 años.

– Personas a partir de 5 años, internas en centros de discapacidad y residencias de mayores, así como otras institucionalizadas de manera prolongada y residentes en instituciones cerradas.

– Población menor de 60 años con condiciones de riesgo como: diabetes, enfermedades crónicas cardiovasculares, neurológicas, renales, respiratorias o neuromusculares y con cáncer, entre otras.

– Embarazadas en cualquier trimestre de gestación y mujeres durante el puerperio (hasta los 6 meses tras el parto y que no se hayan vacunado durante el embarazo).

– Personas que conviven con otras que tienen alto grado de inmunosupresión como: aquellas que han recibido trasplantes de progenitores hematopoyéticos, trasplantes de órgano sólido o con insuficiencia renal crónica, entre otras.

– Personas que trabajan en servicios públicos esenciales como: fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, Fuerzas Armadas, bomberos y servicios de protección civil y docentes.

– Personal de centros y establecimientos sanitarios y socio sanitarios públicos y privados (tanto sanitarios como no sanitarios).
Trabajadores de la salud. Dentro de este colectivo se incluye:

  • Personal no asistencial que trabaja en centros sanitarios y socio sanitarios como: personal administrativo, de limpieza o de mantenimiento.
  • Personal asistencial como: auxiliares de enfermería, enfermeros y facultativos.

– En el caso de la gripe, además de los grupos ya mencionados, también se recomienda vacunar a la siguiente población:

  • Población infantil menor de cinco años (de 6 a 59 meses).
  • Personas de 5 a 59 años con mayor riesgo de complicaciones como: las fumadoras y las que tienen entre 5 y 18 años que reciben un tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.
  • Personas con exposición laboral directa a animales, a sus secreciones en granjas o explotaciones avícolas, porcinas o de visones o fauna silvestre. Esto afecta a ganaderos, veterinarios, trabajadores de granjas, cazadores, ornitólogos, agentes de medio ambiente, personal de zoológicos, etc.

De esta forma, entre todos, podemos combatir esta infección y evitar saturar los servicios de salud en esta época tan delicada del año, para que se pueda mantener la asistencia a otras enfermedades o los que tengan complicaciones por la misma. Y, con esta tinta de salud, ayudando a divulgar recomendaciones sanitarias a toda la población, hasta la próxima.

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