La Rioja

Agua para todos: la presa de Enciso supera la prueba definitiva

Con un grave problema de sequía en todo el país y una emergencia climática que azota a muchas comunidades autónomas y que se concreta en algunas con restricciones de agua, en La Rioja, después de más de tres décadas desde que se licitó la obra, la presa de Enciso terminaba esta semana con las doce fases de su puesta en carga, la prueba definitiva para dar por finalizada la infraestructura más importante para el suministro tanto de riego como de agua de boca para los municipios de La Rioja Baja.

El resultado de tres décadas de obras es una pared de 700.000 metros cúbicos de hormigón compactado de 103 metros de altura, con 1.700.000 toneladas de peso, que sujeta un volumen de 46 hectómetros cúbicos de agua (el segundo mayor embalse de La Rioja, tras Mansilla). A partir de ahora su principal objetivo es dar de beber agua de calidad a unas 70.000 personas y regar las tierras de las márgenes del río.

Una vez concluidas las fases de prueba y a falta de un informe final para que la presa comience a funcionar a partir de esta primavera, o como muy tarde en verano, ahora todos los ojos están puestos en el Sistema Supramunicipal del Cidacos, una obra que se presume como la de mayor inversión con recursos propios de toda la historia de la región. Casi 60 millones de euros.

Primera y segunda fase para 2026

Con el agua vista como un recurso escaso, 130 kilómetros de entramado de tuberías harán que el preciado elemento llegue a los municipios de La Rioja Baja desde la presa de Enciso. Todo comenzará con la construcción de un azud o presa de derivación que estará ubicada a 600 metros aguas arriba de Arnedillo. De allí se cogerá el agua y desde allí irá a una estación de tratamiento que estará ubicada en el término municipal de Arnedillo, entre los municipios de Préjano y Santa Eulalia.

Todo el sistema se dividirá en cuatro fases que tienen como objetivo estar finalizadas para 2028 cuando el sistema pueda funcionar en su totalidad.

La primera fase de la obra está previsto que se licite el próximo mes de marzo. Será la creación del azud más arriba de Arnedillo, la construcción de la estación de tratamiento (ETAP) y la canalización principal que llegue hasta Quel. “Con esto daremos agua ya a Arnedillo, Herce, Santa Eulalia, Arnedo y Quel”. José María Infante, director general de Calidad Ambiental, Cambio Climático y Agua, calcula que las obras de esta primera parte del sistema podrían estar acabadas en veinte meses a partir de su inicio, es decir allá por 2026.

Desde el nudo de Quel saldrán los tres principales ramales. El primero será hacia Alfaro y permitirá dar agua también a Autol, Aldeaenueva de Ebro y Rincón de Soto. Esta segunda fase está previsto que se licite antes de que termine el año y el final de las obras podría ser parejo a las de la primera fase.

“Cada uno de los municipios estaba en una situación distinta con respecto al agua. Algunos no tenían problemas y otros los tenían continuamente pero finalmente todos se han sumado al proyecto aunque al principio había algunos reacios”, comenta Infante, que reconoce la solidaridad de unos hacia con otros. “Todos van a verse beneficiados porque la calidad del agua va a ser infinitamente superior y además este es un sistema del siglo XXI en un momento en el que vamos a ver planes de sequía cada vez con más frecuencia”.

Para Infante además, el sistema supone “que no se creen competencias por el agua entre unos municipios y otros porque se trata de un recurso que es de todos y hay que evitar los desequilibrios territoriales con un bien tan preciado”.

Quel es uno de los municipios que se han sumado al proyecto. Víctor Rada, su alcalde, no se lo pensó: “Es verdad que nosotros estábamos servidos porque sacamos el agua de un pozo que, hasta ahora, no nos ha fallado nunca”, reconoce. Aún así no dudó en ser uno de los integrantes del sistema. “Lo hicimos porque nunca sabes los problemas que puedes tener de cara al futuro con el tema del agua tal y como está la situación, además entendíamos que el agua va a ser de mayor calidad y también por solidaridad con los municipios que tienen más problemas para captar agua, cuantos más fuésemos más posibilidades tenía el proyecto de salir adelante”.

Sobre las instalaciones que ahora dotan de agua al municipio aclara que “una vez que entre en funcionamiento el sistema tendremos que dejar de mantenerlas porque es complicado mantener una infraestructura sólo por si la otra falla”. También le surgen dudas. “Sabemos que la boca de agua es lo más importante pero también está el tema del regadío, a la presa le ha costado dos años casi llenarse por completo, a ver qué pasa mientras se llena con el agua del Cidacos”.

“Necesidad imperiosa”

En Autol la situación es completamente la contraria. “Nosotros necesitamos la infraestructura de manera imperiosa porque cada mes de septiembre nos las veíamos negras con la llegada de la vendimia y del inicio de la cosecha del champiñón”, recuerda Catalina Bastida, su regidora.

Para toda la cuenca del Cidacos es importante la infraestructura, pero para Autol resulta vital. “El agua es clave para poder mantener estos municipios y esta obra nos da una garantía de calidad y continuidad del agua”. Aún así recuerda que “algo habrá que hacer con esas 400 hectáreas de terrenos que se quedan sin cobertura del canal de Lodosa, habrá que darles una solución”.  Por otro lado recuerda que “el agua va a ser un bien muy importante en los próximos años, ya le estamos viendo las orejas al lobo y además de buenas infraestructuras que las vamos a tener, hay que concienciarse del uso responsable del agua, es fundamental”.

Mientras, en Arnedo la infraestructura va a suponer una mejora clara de la calidad del agua. “Aquí el agua de boca nunca ha sido buena porque tiene mucha dureza y el nivel de compra de agua mineral es muy importante además del problema de que se estropean muchos electrodomésticos por la calidad de nuestra agua”, dice su alcalde, Javier García.

Por eso están descontando los meses para que la infraestrutura comience a dar sus primeros pasos. “Al cambiar los pozos de captación y coger el agua de más arriba de Arnedillo la calidad del agua va a ser mucho mejor, creemos que también la cantidad, nuestra estación de tratamiento es de los años 90”.

A esto se suma la construcción, ya en marcha, de un nuevo depósito de agua “después de 42 años con el antiguo”. Los próximos años van a ser claves para el municipio en lo que se refiere a un recurso tan preciado.

Y es que las previsiones iniciales de finalización de la obra eran para finales de 2025 aunque ya se han retrasado hasta 2026. Aún así pocos confían en que todo el entramado de tuberías hasta cada uno de los municipios esté finalizado para entonces.

Tercera y cuarta fase para 2028

Después de que terminen las obras de la primera y la segunda fase, llegará el momento de seguir con la obra en los otros dos ramales. Aún sin fechas concretas de licitación, el que lleve el agua a Calahorra será uno de ellos. Aquí se prevé una importante obra que supone la construcción de un nuevo depósito de agua para poder tomar las aguas del sistema.

“Para Calahorra no era un problema imperioso porque además aún no hemos terminado de amortizar las infraestructuras que habíamos realizado para mejorar el acceso al agua, entre ellas un nuevo pozo de captación pero se creyó que era importante sumarse al proyecto por un lado para garantizar el agua de calidad y por otro como forma de ser solidarios con el resto de municipios que sí tienen problemas”, explica su alcaldesa, Mónica Arceiz.

La aprimera edil explica además que “estamos estudiando la posibilidad de mantener nuestras infraestructuras para poder seguir recogiendo parte del agua de boca del Cidacos por dos principales cuestiones: la primera, recurrir a ella en caso de necesidad, y además poder hacerlo para si, hay problemas acuciantes de sequía coger agua de allí y dejar la que llegue del Cidacos a otros pueblos que la necesiten más que nosotros”.

“Una vez que esta obra esté finalizada estaremos dando servicio a la mayor parte de la población para empezar después con la última fase que es la que lleva el agua al resto de municipios”, explica Infante que calcula que para 2028 el sistema podría estar en pleno funcionamiento.

Muchos se preguntan por qué llevar agua del Cidacos a municipios que están a pocos metros del Ebro. Infante lo tiene claro. “Además del factor de la cantidad hay otro que es el de la calidad y el agua que vamos a recoger de una cabecera del río como es la zona donde se va a crear el azud no tiene nada que ver con la que se puede recoger en los aluviales del Ebro que siempre tiene más nitratos y sulfatos”.

Subir