Con una vida intensa entre La Rioja y Polonia, la logroñesa Nekane Estalayo es una de esas jóvenes sobradamente preparadas que tuvo que cruzar fronteras para conseguir un empleo acorde a lo que había estudiado. Con 18 años dejó la capital riojana para ir a estudiar a Madrid un doble grado de Ingeniería de Servicios y Administración y Dirección de Empresas. En uno de los dos Erasmus que realizó logró prácticas en la startup de ciberseguridad Sagenso, en Polonia. Pronto vieron sus capacidades y empezó a formar parte del equipo directivo, desde donde lidera las operaciones internacionales, incluyendo la apertura en poco tiempo de una sucursal en Bilbao.
El teletrabajo desde Logroño le ha permitido vivir en casa a pesar de trabajar en una empresa en el extranjero pero en su afán por seguir conociendo mundo y enriquecerse de la interrelación con personas con las mismas inquietudes que ella hace unos días ha vuelto de vivir una de las experiencias de su vida: participar en la ‘Huawei Seeds for the Future’ celebrada estos días en China.
Ha sido la única representante española entre 22 jóvenes de toda Europa y es que Nekane forma parte de la European Leadership Academy, otro programa de Huawei que la seleccionó el año pasado como representante de España entre más de tres mil solicitudes. Se trata de una academia itinerante de liderazgo femenino que ha celebrado su cuarta edición con contenidos adaptados a las tendencias de la industria y a las demandas del mercado laboral.
Allí ha tenido la oportunidad de aprender más sobre el gigante tecnológico chino en su propio país, donde la percepción de la tecnología es diferente a la de Europa. “Es todo muy distinto, además hemos podido conocer tendencias que aún no han llegado a Europa”, pero, además ,”ha sido una gozada poder participar en este proyecto porque me ha permitido tener relación con jóvenes asiáticos con inquietudes y problemas parecidos”.
Por otro lado la experiencia ha sido un enriquecimiento cultural. “Es un país impresionante y hemos podido conocer de primera mano muchas de sus costumbres”. Además le ha permitido la oportunidad de conocer “modelos a seguir para las mujeres y visibilizar los logros impresionantes de mujeres de todas las edades en el ámbito tecnológico.
De vuelta a casa, ahora dedica toda su energía a seguir trabajando en la implantación de una sede de su empresa en Bilbao. “En vez de conseguir que yo me fuese a Polonia he conseguido que ellos vengan a España”, bromea. “Ahora voy a ser la responsable de llevar la nueva sede, los equipos, el reclutamiento, papeleo… La verdad es que la parte técnica no la toco mucho”.
Desde la pequeña empresa, en la que trabajan 15 personas, ofrecen dos servicios. El primero es la posibilidad de realizar una autoevaluación que mide el nivel de protección de las empresas ante posibles ataques informáticos. El otro es un software que analiza los equipos informáticos y los procesos que se inician desde ellos para alertar de cualquier posible riesgo. En definitiva: ponérselo lo más complicado posible a los ‘hackers’.
