El Rioja

«Los vinos ecológicos están tirando de las ventas de Rioja»

El potencial vitivinícola ecológico avanza a pasos agigantado en La Rioja. A lo largo de 2022 la superficie creció en más de un 35 por ciento, pasando de 1.487 a 2.017 hectáreas, cuando en 2009 apenas había 315 hectáreas en ecológico en la comunidad. Esta subida es la mayor experimentada en los últimos 14 años, pero durante 2023 la tendencia no ha variado, por lo que los datos siguen superándose. A nivel nacional, el crecimiento también sigue buen ritmo: 149.934 hectáreas en 2022 (un 5,5 por ciento más que en 2021) que representan el 16,1 por ciento del total del viñedo español, mientras que en 2013 el país contaba con 83.931 hectáreas.

A falta de conocer los últimos datos actualizados por el Ministerio a cierre de 2023, desde CPAER apuntan a que las previsiones son de que este vuelva a ser un año excepcional con un crecimiento que puede rondar el 25 por ciento respecto a 2022. El desarrollo que están experimentando este tipo de vinos en la región «es muy, muy fuerte». Un aumento «imparable» que se refleja con cada año que pasa y que «muestra el interés del sector por un modelo de gestión acorde a la realidad». Así lo remarca Íñigo Crespo, presidente de la Asociación Cultura Permanente y secretario general de los Premios Ecovino. En una radiografía del mercado de los vinos ecológicos, valora sus tendencias de consumo mientras se encuentra inmerso en pleno proceso de recepción de inscripciones (abierto hasta el 6 de marzo) para la próxima edición de este concurso de carácter internacional.

«Los datos son muy buenos», reconoce, pero el poblema es el factor tiempo: «Ya vamos tarde». Esas 2.017 hectáreas de viña certificadas en La Rioja son solo el 3,8 por ciento de toda la superficie de viñedo de la región. Si ponemos la lupa en las cepas vecinas dentro de la DOCa, Navarra y País Vasco aún tienen mejores porcentajes: un 8,9 y un 9,3 por ciento del viñedo total está ecológico, respectivamente, que equivale a 1.655 hectáreas en Navarra y 1.240 en País Vasco. Desde el plano elaborador, La Rioja contaba en 2022 con 65 bodegas certificadas (un 12 por ciento más que el año anterior), mientras que País Vasco registraba 52 (un 13 por ciento más), y Navarra, 29 bodegas, de las cuales ocho están inscritas en Rioja.

Es evidente que el mercado del vino mundial ha tocado techo y cada año va perdiendo cuota. Sin embargo, dentro de este mercado, el segmento del vino ecológico crece todos los años y lo hace, explica Crespo, casi a dos cifras, entre un 8 y un 12 por ciento anual a nivel global. Es tajante al afirmar que «en Rioja el vino ecológico está tirando de las ventas de vino en general al igual que lo están haciendo los blancos». Una realidad que también evidencia los gustos de los nuevos consumidores y sus preferencias: «Este tipo de público también se posiciona y valora que los vinos sean producidos bajo criterios de respeto al medio ambiente».

«Lo ecológico va a dejar de ser una opción porque cada vez desaparecen más productos fitosanitarios para la gestión del viñedo y por parte de Europa llegan objetivos más estrictos en cuanto a la conversión a ecológico. Nuestra idea era habernos adelantado a estas tendencias para liderar el movimiento y no estar, como estamos ahora, a la cola de otros países como Francia e Italia que, en términos porcentuales, tienen más viñedo ecológico que España. En Rioja, es cierto que uno de los principales motivos por los que no se ha actuado es porque la denominación ya estaba bien posicionada y cuanto mejor se ha vendido el vino, más reacio ha sido el sector a hacer estos cambios. Pero, al igual que hay denominaciones de origen que se ya han convertido a ecológico por completo, como Clàssic Penedès y Corpinat, con el tiempo acabaremos siéndolo todas las demás», opina Crespo.

De hecho, se refiere a un cambio de designacion al referirse a la viticultura integrada como un modelo cada vez más defendido. «En este caso se apuesta por aplicar tratamientos cuando se detectan enfermedades y plagas, en lugar de hacerlo sin criterio alguno, como reflejan las prácticas más convencionales y con las que se cae en el error de hacer un gasto excesivo. Si bien es cierto que la integrada no deja de ser la convencional 2.0 porque es un paso intermedio entre la convencional y la ecológica».

Una realidad que, por voluntad o imposición, acabará copando las prácticas vitivinícolas en un futuro, por lo que Crespo opina que «mejor dar el paso cuanto antes». Pone el ejemplo es Álvaro Palacios, que cuenta con el mayor viñedo ecológico en La Rioja desde Alfaro con cerca de 100 hectáreas de garnacha, «como otras tantas bodegas en Rioja que ya han convertido su explotación o están en proceso de hacerlo». Este enológo de referencia de talla mundial protagonizará, además, las XV Jornadas Universitarias del Vino Ecológico el próximo 9 de febrero en la Universidad de La Rioja organzadas por Cultura Permanente, en las que se abordará el futuro en ecológico con los retos en elaboración y comercialización de grandes vinos, así como estrategias biológicas y manejo de suelos.

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