El Rioja

Del cuaderno de notas del enólogo a una digitalización de las elaboraciones

La investigación en el mundo del vino de la mano de las nuevas tecnologías no deja de sorprender. AERTIC trabaja en un nuevo proyecto de innovación de la mano de JIG Internet Consulting y la empresa GET APP. Juntas han creado lo que se denomina GDWINE, un modelo virtual que recopila datos clave en todas las etapas de la elaboración del vino, desde la fermentación alcohólica hasta las sensaciones organolépticas que brinda para facilitar así la toma de decisiones al equipo técnico y crear un histórico de información sobre las catas.

Información que se usa después para diseñar arquetipos digitales que permitan predecir y optimizar la calidad final de los vinos. Es decir, cambiar el cuaderno de notas donde el enólogo o su equipo registra cada análisis sensorial y parámetro del vino durante su proceso de elaboración por un dispositivo digital en el que guardar todos esos datos y tener una visión más general de un largo periodo de tiempo. Este ‘modelo virtual’ permite así realizar análisis predictivos que optimicen la producción y establezcan estándares de calidad.

Gracias a este gemelo digital se simulan las técnicas de elaboración y ‘coupage’ de los vinos para que hagan uso de ello los equipos de enología de las bodegas. Esta iniciativa revolucionaria está financiada por los fondos del programa de investigación de Apoyo a Agrupaciones Empresariales Innovadoras concedidos por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y en el marco de los Fondos Europeos Next Generation con el fin de mejorar la competitividad de la industria española.

“Lo que hacemos es convertir un proceso manual en uno cien por cien digital porque así la bodega conseguirá hacer una gestión mucho más eficaz de la elaboración de sus vinos. Las bodegas de Rioja se caracterizan en muchos casos por hacer vinos de ‘coupage’ para los que se deciden las mezclas con los vinos. “Se crearán modelos que integrarán variables como las características químicas del vino, parámetros de fermentación, análisis sensoriales y datos organolépticos capturados a través de una aplicación de recogida de datos. El objetivo final es obtener un modelo preciso que pueda estandarizar, optimizar e incluso predecir la calidad del vino producido”, describe Iñaki Gurría, de JIG, sobre este proyecto que comenzó en mayo de 2023 y concluirá en los próximos meses.

Por el momento no hay resultados concretos, ya que continúan avanzando con las herramientas, pero la expectativa es crear un modelo digital donde se almacene toda la información y trazabilidad del proceso. Datos y más datos que van más allá de simples mediciones. Con los modelos digitales definidos a través de datos analíticos y organolépticos recopilados por la herramienta FOSS y el equipo enológico de la bodega se pretende realizar formaciones comparativas para ajustar y mejorar esos modelos digitales en los que se producirán los vinos. Entre otras cosas, se combinarán variables controladas y se someterán a evaluaciones por parte del equipo técnico que se encargará de recopilar esos datos.

Además de estos propósitos, AERTIC y las empresas socias JIG Internet Consulting y Get App que han impulsado un importante avance en el sector vinícola han logrado objetivos más a medio y largo plazo dentro de las propias bodegas: optimización de la producción, mejora de la calidad de los vinos, fijación de estándares de calidad, reducción de costes a través de la digitalización y estructuración de los datos del proceso realizado en la bodega.

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