Sucesos

Crimen de Cuzcurrita: la familia de la víctima apunta a un vecino de Guillermo como ‘cerebro’ del asesinato

La familia de Guillermo Castillo está convencida de que los dos detenidos por el conocido como ‘Crimen de Cuzcurrita’ no han sido más que los ejecutores de un macabro plan ideado por otra tercera persona que no se encuentra encausada en el procedimiento. Así lo ha aseverado Marcos García-Montes (abogado que ejerce la acusación particular en representación de la familia de la víctima), tras la reconstrucción de los hechos que se ha desarrollado desde primera hora de este viernes en Cuzcurrita de Río Tirón.

García-Montes ha ido más allá al señalar a ese supuesto ‘cerebro’ del crimen como un vecino de Guillermo, afirmando que “aparte del móvil económico hay algo más” tras “el asesinato más brutal que he visto en mis 52 años de trayectoria”, ya que la víctima fue sometida a “muy diversas torturas” y “acabó con la cara irreconocible”.

Sobre la reconstrucción de los hechos -a instancias de la jueza que instruye el caso-, el letrado ha asegurado que “no tiene ninguna virtualidad desde el punto de vista probatorio”, ya que “cada uno (de los acusados) mantiene su versión y no coincide ni hasta dónde dejaron el coche”. Pese a que “no podemos quedarnos satisfechos”, García-Montes sí ha valorado que la reconstrucción del crimen corrobora el hecho de que hay un lapso de tiempo que justifica la implicación del mencionado vecino: “Si Yolanda está con su padre (la víctima) y le deja a las doce y media de la noche y ellos (los detenidos) llegan a las once, alguien ha dado la información; y es ahí donde yo quiero llegar”.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

“Que haya un vecino que no sabe nada y que no escuche nada cuando se ha dicho que el perro ladraba de arriba a abajo, eso no tiene ningún sentido”, afirma el abogado, que centra ahora su labor en lograr la investigación (antiguamente, imputación) de la persona “que eligió la hora, el lugar y el mecanismo”.

Engrilletaron a la víctima para torturarla

Precisamente, el mecanismo empleado para el asesinato es una de las novedades del caso que han trascendido este viernes. “Lo mataron miserablemente y las fotos del pobre Guillermo son dramáticas; en 52 años nunca he visto fotos con tantas torturas, la cara era irreconocible”.

Para torturarle, los detenidos recurrieron a grilletes para impedir cualquier posibilidad de defensa por parte de la víctima, de 78 años de edad.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

“Hay una inspección ocular que demuestra la presencia de sangre y grilletes; hay pruebas que son indubitadas, que son las objetivas”, y luego está la declaración de los detenidos, que se contradicen y han mentido como bellacos”, ha afirmado Marcos García-Montes.

“Hombre muerto no declara”

De la reconstrucción de los hechos ha trascendido una frase repetida “como cuatro o cinco veces” por uno de los presuntos asesinos de Guillermo. “Hombre muerto no declara”. Más allá de la crudeza de su contenido, la afirmación adquiere relevancia desde el momento en el que las declaraciones cruzadas por los detenidos difieren sobre si eran conscientes de que su brutal agresión había tenido consecuencias fatales.

Marcos García-Montes ha indicado que los detenidos “han contado mentira tras mentira” durante la reconstrucción: “Yo cuando salía pensé que estaba fallecido, luego ya no sabía que estaba fallecido”. Al verbalizar que “hombre muerto no declara”, el abogado recalca que “si te lo está diciendo el que supuestamente lo ha matado, tú sabes que ese hombre está muerto. Entonces hay muchas razones porque está inerte”.

El móvil económico es “ridículo”

Aunque nada justifique un asesinato de esta naturaleza, uno de los pilares fundamentales de la investigación es el móvil del crimen, que un principio ha apuntado a un robo que se le fue de las manos a los asesinos. La familia de Guillermo Castillo no comparte en absoluto esa hipótesis: “Además de un móvil económico hay algo más, porque por un móvil económico nadie mata a nadie, y menos por -supuestamente- 100 euros”.

“Eso es ridículo”, subraya García-Montes, convencido de que hay otra motivación para esa “agresión salvaje”. “Insisto, en tantos años que llevo en la profesión, no he visto un cadáver tan desfigurado; la cara ni se le veía, no se le veía nada. Era horroroso ver esto. Y lo siento que está aquí Yolanda, pero hay que decirlo. Era horroroso”.

Casa de Guillermo Castillo, aún con los precintos de la Guardia Civil.

Ese ensañamiento explicaría que “hay una venganza”. “En principio no hay crimen sin móvil, ocasión y beneficio; para mí el móvil no es solamente el robo. Hay algo más detrás de esto, que es lo que yo quiero investigar y que espero que la jueza y la fiscal también estén conmigo”.

Otros presuntos implicados

Para la familia de Guillermo, la implicación de los dos detenidos en el asesinato está fuera de toda duda. Pero la acusación particular quiere “llegar más arriba” y conseguir que la jueza investigue al presunto ‘cerebro’ del crimen. “¿Quién dio la información para que esta gente eligiera el día y la hora? Yo estoy convencido de que había un plan premeditado con más personas y eso supone que esperaron el momento idóneo” para perpetrar el asesinato”, ha aseverado, añadiendo que “esa información la da un comando informativo que tenemos que saber quién es”.

La familia de Guillermo le pone nombre y cara a ese “comando informativo”, que no es otro que su vecino de al lado, quien “no sabe nada y no escucha nada”. “Por lo menos, que declare”, solicita la acusación particular, que exige “que lo haga como investigado y no como testigo para tener garantías”.

También apunta a otra tercera persona, “a cuya casa dice uno de los acusados que va a su casa, se cambia y le da una bolsa para que se lleve todo”, así como “a un compañero de trabajo, que supuestamente le entregó (a uno de los detenidos) las zapatillas con las que vino aquí, que están ensangrentadas, y además ambos se duchan en su casa; luego desaparece la ropa porque salen con otras prendas”, asegura Marcos García-Montes.

En cualquier caso, será en el juicio del ‘Crimen de Cuzcurrita’ donde -presumiblemente, antes del verano- conoceremos los pormenores de un suceso que conmocionó el pasado mes de mayo a toda la comunidad y a buena parte del país. O al menos, lo que sí quedará zanjada será la verdad jurídica de un asesinato atroz.

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